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La boda roja astorgana

14/03/2015
 Actualizado a 11/09/2019
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Finalizando el mes de octubre del pasado año recuerdo que un vecino de Astorga me paraba por la calle y me decía textualmente «no has dado ni una amigo». No fue el único. Varias personas más disentían, y así me lo hacían saber de viva voz o a través de las redes sociales, de lo que contaba en el artículo publicado el 17 de ese mes titulado ‘Comienza el Juego de Tronos’. En dicho escrito apuntaba que no estaba nada claro que Victorina Alonso fuera a presentarse de nuevo a la alcaldía de la benemérita ciudad en las elecciones municipales de mayo.

En ese texto el que firma contaba también que Alonso no tenía el respaldo de varios compañeros de partido, incluso concejales a priori muy cercanos afirmaban en la sombra astorgana que la alcaldesa no había hecho una buena legislatura, que había que virar la nave socialista para no naufragar en el siguiente iceberg electoral. Y efectivamente la tan ahora famosa lista alternativa ya se estaba cociendo a fuego lento. La carne ya estaba en el asador, y nunca mejor dicho. La boda roja, como ese gran episodio de Juego de Tronos, preparaba su sangría en Astorga, aunque con una diferencia. Aquí no se matan los miembros de las distintas casas. La guerra es entre los ‘Stark’ socialistas. Pues para no dar ni una casi reviento la diana.

Sí me equivoqué en una cosa. Dije que veía complicado que la regidora diera un buen golpe encima de la mesa y a fe que lo ha dado, aunque no sé si de la mejor manera posible. Los acontecimientos se han precipitado de una forma casi kafkiana. Y al final nadie ha quedado satisfecho. El esquema de lo ocurrido es rápido de recordar. Alonso Perandones, Geli Rubio, Juan José Simón, entre otros, ayudan a confeccionar una lista alternativa con el empresario Marcos Recio a la cabeza, que después de varios meses de incertidumbre decide asumir el rol. Quieren una confrontación democrática y que los militantes decidan quién debe presentarse por el Psoe a la alcaldía de Astorga.

A partir de ahí y ante el ultimátum de Victorina, ojo, su derecho tiene cómo ganadora de las pasadas elecciones de volver a presentarse, la ejecutiva provincial deshace la agrupación, crea una gestora y da plenos poderes a la alcaldesa. Para la rumorología queda el hecho de que el propio órgano de gobierno en León apoyaba, en un principio, la salida de Alonso, que ahora defiende. Y esto es opinión, no información.

Todo hecho en apenas horas y con poca democracia por medio, las cosas como son.

Pero no quiero entrar a valorar los hechos estrictamente políticos. Los movimientos dados por unos y otros. No se olviden señores que esto es política. Y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Lamentablemente casi siempre los trasiegos para ocupar el sillón rozan lo incorrecto. Pero aquí y en Nueva Zelanda. Cada uno se agarra como puede, como sabe.

Lo único que sería aconsejable es hacerlo en la cocina de casa, y aquí es donde todo se desborda. Hace una semana El Mundo publicaba un artículo incendiario que creo, no ha hecho bien a nadie. Pero lo peor fue el tono. Ese tono amarillo hasta la hepatitis, con juicios de valor, suposiciones, errores graves en la información, falta de rigor. Y claro, viniendo de una pluma tan magnífica como la de Felipe Ramos solo se me ocurre que todo esto ha sido intencionado, ¿por orden de quién? Los dedos apuntan directamente a Valladolid (desde donde se escribió la información). ¿Tendrá el señor Tudanca algo que ver? ¿Un favor del periódico que ya se cobrará más tarde?

Desacertado. No queda bien nadie. Ni las partes socialistas ni el propio rotativo. Una reunión que trasciende con muchos errores de por medio. Con información sesgada, incompleta. Más un artículo de opinión que otra cosa. La boda roja maragata ha terminado en divorcio y con muchos ‘muertos’ políticos. El trono de hierro está más caro que nunca, y la familia roja ha dado un claro paso atrás para hacerse con él. Ahora lo de menos es la culpa. Lo que importa es levantarse e intentar volver a la carrera. Si pueden, porque en ‘poniente’ los lobos saborean ya la carne del caído.
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