La Bien Querida: "Manuel Alejandro ha sido una fuente de inspiración"

Una de las artistas con más proyección del panorama musical actual, que el 7 de marzo regresa a El Gran Café en formato acústico con los temas de su último disco ‘Brujería’, tiene al veterano compositor jerezano como una referencia absoluta de sus canciones

Joaquín Revuelta
05/02/2020
 Actualizado a 05/02/2020
La cantante y compositora bilbaína La Bien Querida actuará el próximo 7 de marzo en El Gran Café. | ALFREDO ARIAS
La cantante y compositora bilbaína La Bien Querida actuará el próximo 7 de marzo en El Gran Café. | ALFREDO ARIAS
La Bien Querida regresa a León casi dos años después de su última visita en el Festival Come y Calle celebrado en el Jardín de San Francisco durante la Fiestas de San Froilán de 2018. Entonces acudió acompañada de su banda para hacer repaso a su repertorio y mostrar en directo los temas de ‘Fuego’, el disco que precede a ‘Brujería’ que vertebra su gira actual y la actuación dentro del ciclo San Miguel Music On Air que el próximo 7 de marzo la acercará, esta vez en formato acústico, al escenario de El Gran Café, un concierto que dará comienzo a las 22:00 horas con entradas desde 15 euros. Ana Fernández-Villaverde, la artista que se oculta tras el nombre artístico de La Bien Querida, guarda gratos recuerdos de sus anteriores estancias en la capital leonesa. «En mi última visita a León acudí con la banda y la verdad es que lo pasamos bien porque había un buen ambiente, pero el concierto que voy a ofrecer en marzo es en acústico, lo que significa que iré solo con un guitarrista», señala la cantante y compositora bilbaína, que años atrás también tuvo la oportunidad de tocar en El Gran Café, recuerda que también en formato acústico. «La actuación tuvo lugar hace ya un tiempo y no lo recuerdo muy bien, pero seguro que tuvo que ser una cosa íntima en la que voy repasando mi carrera con las canciones del repertorio».

Hija de Txabi Villaverde, un pionero del pop-rock en Euskadi, vivió en un ambiente familiar que en cierto modo la predestinó a seguir por la senda musical, si bien su primera opción artística no sería la música sino la pintura. «Mis padres estaban separados y tampoco tuve una relación muy cercana con mi padre. La verdad es que me gustan todas las artes y me decanté en un primer momento por la pintura, una actividad que no he abandonado a pesar de dedicarme a la música, que lógicamente ocupa la mayor parte de mi tiempo», reconoce la artista, cuya carrera ha estado apoyada desde sus inicios por otras personalidades de la música. «No sé si esa solidaridad entre artistas que empiezan y los ya consagrados es una práctica habitual o no. Por mi parte, cuando gente que están iniciando sus carreras me pide que colabore con ellos yo lo hago encantada porque conmigo también lo hicieron», argumenta Fernández-Villaverde, que recuerda fue Jota, del grupo Los Planetas, la persona que le convenció de que empezara a componer. «También fue determinante en mis comienzos Sr. Chinarro, que fue el que me animó a que interpretara mis propias composiciones. Me decía que tenía una voz bonita y que nadie mejor que yo las iba a saber defender. Luego, David Rodríguez, de La Estrella de David, fue el que hizo la producción de mis primeras canciones y también me echó un cable, claro».  

Con diez años de trayectoria artística, La Bien Querida ha experimentado una lógica transformación desde aquel primer ‘Romancero’ hasta el actual ‘Brujería’, manteniéndose en todo este periodo el gusto por la sencillez. «Es algo que he tratado de mantener desde el primer disco, prescindir de las metáforas y hacer canciones muy directas. A menudo encuentro en la música popular mi fuente de inspiración, autores como Manuel Alejandro o Rober Iniesta, de Extremoduro, que también escribe maravillosamente», destaca la bilbaína. No es habitual que los jóvenes músicos actuales manifiesten la influencia del compositor de nombres como Raphael, Nino Bravo, Rocío Jurado, Julio Iglesias, Basilio o Luis Miguel, entre otros muchos. «Manuel Alejandro me encanta y es una referencia absoluta en mis canciones y  quien me conozca lo sabe porque es una forma  sencilla de componer pero muy llegadora, muy popular, pero nada sencilla, porque no es tarea fácil explicar en una canción una historia que llegue a todo el mundo y que a la vez esté bien escrita», sostiene la intérprete y compositora de ‘Brujería’, un disco conceptual que, como todos los suyos, habla del amor introduciendo esta vez un componente esotérico. «He querido indagar en la idea de que cuando uno se enamora parece que está hechizado, que está embrujado, y he querido jugar un poquito con eso. En el disco físico, un diseñador muy bueno que se llama Mario Riviere ha hecho toda una parafernalia alrededor de la temática esotérica que he querido dar al disco. Después de cada canción del disco, en formato físico, me he inventado un pequeño hechizo y tengo ahí diez hechizos que en el disco al abrirlo se convierte en un altar y tú puedes hacer esos hechizos. No son hechizos de amor, sino que son hechizos para que te vaya bien en la vida».

Las canciones de ‘Brujería’ siguen en cierto modo la cronología del ciclo amoroso, con momentos de euforia y también de miedo e inseguridad, hasta culminar en el tema ‘La fuerza’ que supone una invitación a la esperanza. «A la hora de ordenarlas y buscarles una ubicación en el disco he querido dar un poco de sentido a toda la historia  y al disco en general», señala Fernández-Villaverde, que entre sus influencias en ‘Brujería’ destaca la presencia de Alan Moore, el autor de ‘From Hell’. «Me parece un hombre muy interesante que a los 40 decidió hacerse mago y del que me atrae su idea de que el arte es magia y la magia es arte. Cualquier manifestación artística es como una especie de microhechizo que tú lanzas al universo. Una canción es también un pequeño hechizo que las personas repetimos sin parar».
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