La banda izquierda de la Ponferradina ya tiene dueño

El equipo berciano oficializa la continuidad de Ríos Reina, cuya polivalencia le ha convertido en un fijo para todos los técnicos

L.N.C.
09/06/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Ríos Reina controla un balón en un encuentro con la Deportiva. | L.N.C.
Ríos Reina controla un balón en un encuentro con la Deportiva. | L.N.C.
La Deportiva suma y sigue. El conjunto berciano sigue rematando su columna vertebral y ayer oficializó lo que era un secreto a voces y se daba por hecho desde hace varios días, la continuidad de José Antonio Ríos Reina.

Desde que llegara a la capital berciana y a pesar de los continuos cambios en el banquillo –en temporada y media como blanquiazul ha estado a las órdenes de Munitis, Tomé y Terrazas–, y las decepciones a nivel deportivo, el futbolista andaluz siempre ha sido muy valorado a nivel individual y es una de las apuestas más firmes de la dirección deportiva.

Y es que el canterano sevillista es un comodín al que es difícil renunciar. A lo largo de su trayectoria ha hecho suyo el carril zurdo y ha jugado tanto de lateral, como de interior y extremo, una polivalencia que llevó al extremo el pasado curso con Carlos Terrazas. Con el técnico vasco, Ríos Reina jugó en el costado izquierdo en la zaga, en la medular y también en la línea de tres mediapuntas, una versatilidad a la que no ha querido renunciar Bolo.

Así, la Ponferradina volverá a contar con la verticalidad y la velocidad del andaluz y con la renovación de Jon García y Yac con contrato en vigor, se empieza a dibujar la que podría ser la zaga del próximo curso.

Un trotamundos

Ríos Reina, de 28 años, ha logrado en la Deportiva la estabilidad que no ha tenido durante buena parte de su carrera.

Sus primeros pasos en el mundo del fútbol los dio en el Sevilla, club en el que fue escalando en las categorías inferiores hasta llegar al filial.

Su buen papel llamó la atención del Castilla, con el que tuvo un rol muy secundario tanto en Segunda B como en Segunda. Pese a ello, el lateral seguía siendo una pieza codiciada en la división de Plata y las siguientes tres temporadas las pasó en el Mirandés y el Llagostera.

Tras dejar el club catalán, se embarcó en su única aventura en el extranjero y probó suerte en el fútbol chipriota en las filas del Anorthosis, pero su experiencia solo duró media temporada y en el mercado invernal de la 2016/2017 aterrizó en la capital berciana, donde seguirá al menos un año más.
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