La artesanía de Santa Colomba, una "fórmula" para el desarrollo

El Centro Artesanal Maragato (CAM) de Santa Colomba de Somoza se encuentra ultimando detalles para poder abrir sus puertas a los primeros alumnos antes de finalizar este año. Así lo pusieron este miércoles de manifiesto el alcalde de la localidad maragata, José Miguel Nieto, y el comisario del centro, Antonio Milara, que destacaron que el objetivo de este proyecto es potenciar los valores y distintivos de la comarca, así como de los oficios artesanos, casi extintos, y crear así un centro de referencia –pionero en España– que permita impulsar el desarrollo territorial y asentar población, a partir de la formación y la generación de una red de trabajo en ‘Artes y Artesanías’ y concretamente en las disciplinas de cerámica artística, marroquinería tradicional y de innovación, calzado y ortopedia y tejeduría de calada manual, y en la segunda fase: vidriera, bisutería en vidrio, forja y ebanistería.

El centro acogerá en unas semanas a sus primeros alumnos, pocos al principio, para establecer una primera toma de contacto y después, allá por el mes de junio, poder formar a más alumnos de Europa –que se alojarán en un albergue de estudiantes que se construirá en un terreno anexo al centro–, donde curiosamente el proyecto ha calado más que en el territorio español, según explicó el comisario, que ha reconocido una falta de apoyo por parte de las instituciones competentes. «El centro está en Santa Colomba y seguirá estando», incidió a sabiendas de que en anteriores encuentros le han transmitido la intención de llevarlo a Valladolid. Pero precisamente «se trata de descentralizar, el CAM es capaz de ofrecer una formación profesional reglada y cualificada», a todos los niveles. De hecho, el CAM es actualmente el único centro de la Comunidad Autónoma que ofrece un Certificado de Cualificación Profesional reconocido a nivel europeo, si bien, sus impulsores advierten de la necesidad de la implicación de las administraciones, Junta y Diputación, para poder llegar a conseguir el fin último, que es asentar población a través de una red de empleo, crear cooperativas de trabajo y apuestas dirigidas a la generación de empleo y fijación de población, más allá de lo puramente formativo.

El CAM ha conseguido el reconocimiento europeo, mientras que en España "no existe ningún apoyo" Desde el sindicato CCOO han querido estar presentes en este proyecto, «apoyando y colaborando en todo lo posible, desde todos los foros donde tenemos voz, para establecer con urgencia que este centro entre dentro de las prioridades formativas», indicó el secretario provincial de este organismo, Xosepe Vega, que señaló que «las instituciones no pueden mirar para otro lado, no vamos a dejar morir este proyecto porque las ‘Artes y Artesanías’ no estén reconocidas oficialmente en la oferta formativa de Castilla y León». Vega insistió en que «este tipo de proyectos son estratégicos y ha llegado de manera casi profética, pero necesita estar al cien por cien de sus potencialidades para que se cumpla cuanto antes su objetivo. Son inversiones que revierten de forma directa y rápida. Es la fórmula para llevar a cabo un desarrollo territorial, y para ello no hacen falta grandes inversiones, sino proyectos como éste». La secretaria de Formación, Estudios y Política Industrial de Castilla y León, Carmen Álvarez, también incidió en la necesidad de la puesta en marcha de proyectos como el de Santa Colomba, porque la «oferta formativa que hay ahora es escasa y repetitiva, además de que se concentra en las grandes poblaciones». Asimismo, advirtió que de seguir esta línea, «la oferta cualificada estará en centros privados y donde haya más demanda». También aludieron a que la inversión de salida en un oficio artesano es mucho menor que si es industrial, así como también enfatizaron en que este proyecto pone en valor «el patrimonio y la cultura» de la zona, y «lo que es propio no se deslocaliza.

El proyecto nació y se ha llevado a cabo con el esfuerzo del Ayuntamiento de Santa Colomba, que ha destinado para su puesta en marcha más de un millón de euros. De esta manera dejan la pelota en el tejado de las instituciones, de las que esperan «respuestas».