alvarob.jpg

Kilómetros contra el cáncer

24/10/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Te va doliendo todo, pero no paras. Quizá sea peor parar, hay que seguir hasta que el dolor desaparezca, casi siempre lo hace. Durante la famosa soledad del corredor de fondo la cabeza se ordena y piensa en cientos de cosas, muchas de ellas pasan por el mismo hecho de correr. Por qué se corre, por qué no. Y cuando llevas muchos meses, años…ya no corres para estar en forma. Adelgazar no está en tus planes. Estás delgado, al parecer mucho más de lo que a la gente le gustaría. Por lo tanto comienzas a plantearte retos por el mero hecho de conquistarlos. La no menos famosa lucha contra uno mismo es un gusanillo difícil de frenar.

Y para conseguirlos inventas cualquier cosa. En febrero de este año me propuse correr 1.000 kilómetros en cinco meses (que para maratonianos y ‘ironmanes’ es una tontería, pero para el resto del vulgo no está nada mal). Y aunque a efectos prácticos de poco sirve (o no), uno busca motivación superlativa para acometer el reto, hallando a veces estímulos que te llevan literalmente en volandas. En mi caso quise que cada kilómetro de esos mil fueran una ayuda (al menos espiritual) para mi madre en su lucha contra el cáncer. Una enfermedad que finalmente se la llevó en el mes de mayo, cuando rozaba ya los 600.

Decidí continuar, acabar mi reto con más fuerza si cabe. 200 kilómetros al mes. Sin desfallecer, con días buenos, malos y malísimos, pero creía que la ocasión lo merecía. Con cada pisada, con cada metro que recorría sentía como tomaba forma la venganza contra el maldito tumor que terminó con mi madre. En julio finalicé con éxito el envite, agradeciendo a la señora Lola su fuerza, y tirando un beso a través del quinto vano del cementerio cada vez que paso corriendo hacia la Cepeda. Algo que ya es costumbre.

Y ustedes pensarán lo que quieran. Pero todavía recuerdo como en plena ola de calor, este verano, una pequeña nube, única en el cielo raso, me acompañaba día tras día para quitarme el plomizo sol de encima; nube, fíjense ustedes, que curiosamente aparecía cuando me olvidaba la gorra en casa. Ahí lo dejo. Y si puedo hacer mil de febrero a julio. ¿Por qué no otros mil hasta que termine este maldito año? y en esas ando. Sin premios, ni camisetas, solo contra mí, contra el cáncer. Y esto también ayuda, lo sé.

Soñadores como yo alguno hay, pero también quiero mencionar otra iniciativa, más practica y pragmática, y que además supone una ayuda real en la lucha contra esta terrible y temible enfermedad. Y les animo a que participen, yo ya lo he hecho. Otro loco del running, mi amigo Pablo (Barros), correrá en unos días su tercer maratón. Será en New York, después de terminar otro este mismo año en Londres, y completar también el de Valencia en 2013. Un tipo, ya lo ven, que no se anda con tonterías en esto del correr. Como digo, Pablo sí ha querido proponerse un objetivo tangible, menos literario que el mío pero mucho más necesario.

A través de la web de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha diseñado un reto en el que quiere recaudar 50 euros por cada kilómetro de ese maratón. Es decir, conseguir para la investigación 2.100 euros. Evidentemente da igual lo que se aporte. Puede ser un euro. Grano a grano se hace el granero. Aunque no contento con eso ha querido incentivar a la peña con sorteos de lotes de productos de su empresa (al rico embutido) para donaciones superiores a 10 euros...el dinero se ingresa directamente en la asociación. Olé por esa idea, independientemente de cuanto se consiga, Pablo ya le ha dado cien patadas a esta lacra. Les dejo el enlace, todavía están a tiempo: www.miretocontraelcancer.aecc.es/reto/mi-gran-maraton. Yo corro, Pablo corre e intenta colaborar, Amancio Ortega no corre pero pone 17 millones para equipos avanzados en el tratamiento contra el cáncer. Bravo por todos. Y mientras, nuestro querido Gobierno cierra laboratorios y cancela subvenciones. En fin, cada uno a lo suyo.

Corran, caminen, donen o simplemente piensen en ello. La lucha entre todos es menos dura, más simple y agradecida. Los expertos dicen que el cáncer se manifestará en los próximos años en uno de cada tres europeos. Hemos demostrado que podemos cambiar la historia. Salgamos ahí fuera y cambiémosla otra vez.
Lo más leído