Kike y Álex, dos desconocidos unidos por una acción heroica

Un cabo de Bustillo de Cea salva la vida, practicando la 'maniobra de Heimlich', a un hombre de 48 años que comía un chuletón en una sidrería guipuzcoana

Víctor S. Vélez
19/10/2021
 Actualizado a 19/10/2021
Alejandro Sánchez y Enrique García, el cabo de Bustillo de Cea que salvó una vida con la 'maniobra de Heimlich'. | L.N.C.
Alejandro Sánchez y Enrique García, el cabo de Bustillo de Cea que salvó una vida con la 'maniobra de Heimlich'. | L.N.C.
No hay más que abrir un periódico, ver un telediario o echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que la desgracia se pasea día a día entre nosotros. No obstante, en su deambular cotidiano, el infortunio a veces se cruza con otro caminante menos habitual: el heroísmo. Los derroteros de ambos coincidieron sobre las 15:30 horas del pasado 9 de octubre en la Sidrería Ipintza de Astigarraga (Guipúzcoa), cuando el leonés Enrique García, 'Kike', y el catalán Alejandro Sánchez De Jong, 'Álex', estaban comiendo, en mesas separadas y con sus respectivas parejas, un chuletón que nunca podrán olvidar.

Kike, cabo del Ejército de Tierra y natural de Bustillo de Cea, salvó la vida de Álex practicando la 'maniobra de Heimlich' cuando este se atragantó "con un trozo que daba miedo" de su chuletón. La escapada por el País Vasco era el primer viaje que Álex hacía con su nueva pareja, la cuál "no sabía qué hacer" y lanzaba gritos desesperados cuando su novio se levantó de la mesa "con un color muy morado" en el rostro mientras intentaba golpearse el pecho. "Cogí y me levanté para ir decidido hacía allí. Hice la maniobra y, afortunadamente, a los tres o cuatro apretones el trozo de carne salió", explica Kike sobre esta angustiosa escena de sus vacaciones.

Lo de salvar la vida de una persona es un sentimiento que no sé cómo describir Mientras que la cara de Álex se amorataba y cada vez quedaba menos tiempo para actuar, el salón estaba lleno y "todo el mundo miraba, pero nadie se levantaba". María, la novia de Kike, llamaba apresurada a una ambulancia, pero no iba a dar tiempo a que llegase: el tiempo se agotaba, "estaba al límite".

Fue entonces cuando Kike recordó las maniobras aprendidas en los cursos de primeros auxilios del Ejército y decidió ponerlas en práctica. "Cuando se practica se hace con un compañero o con muñecos, que estás de risas. En la vida real no es lo mismo", apunta el 'héroe' de Bustillo de Cea.

No obstante, Kike considera que "debería haber una asignatura obligatoria" que enseñase primeros auxilios en los colegios e institutos, para que más personas puedan realizar este tipo de acciones que ayuden a salvar vidas como la de Álex. De Barcelona y con raíces holandesas, invitó a Kike y a María a sentarse con ellos tras el incidente, en lo que unos y otros se calmaban. "Me dijo que mientras se atragantaba pensó en su hija y en sus padres. Lo de salvar la vida de una persona es un sentimiento que no sé cómo describir, pensé que se iba a quedar uno más feliz", señala el cabo de 34 años.

Agradecimiento eterno


En esa sobremesa, algún que otro cliente de la sidrería guipuzcoana se acercó a felicitar a Kike por su heroica intervención y el cabo de Bustillo de Cea intercambió su número de teléfono con el hombre al que acababa de salvar la vida. Desde entonces, en varias ocasiones se han enviado mensajes, como el día en el que la hija de Álex cumplió 17 años y un 'wasap' que expresaba un agradecimiento eterno hizo que Kike llorase de emoción.

Debería de haber una asignatura obligatoria en los colegios e institutos para aprender primeros auxilios Agradecimientos a los que también se han sumado numerosos amigos y conocidos de Kike desde que se hiciera pública la noticia de que el leonés destinado en el Regimiento de Artillería de Campaña de Burgos había salvado la vida a un desconocido. "Este fin de semana he tenido el móvil quemando. Han estado dándome la enhorabuena y lo que se suele decir en estos casos. La verdad es que estoy muy satisfecho con la acción y cada vez que lo pienso se me pone el corazón a cien por hora. Cuando alguien te dice que le has salvado la vida, lo piensas en frío y no sabes qué sentimiento te sale", expresa este militar que anteriormente estuvo destinado en Ferral del Bernesga.

Un encuentro especial


Unidos para siempre por lo sucedido en Astigarra, Kike y Álex volvieron a separar sus caminos con la promesa de seguir en contacto. El cabo del Ejército de Tierra y su pareja acudieron a la capital, San Sebastián, para "despejarse dando un paseo" por la playa de la Concha y por las señoriales calles donostiarras. Allí, tuvieron un encuentro especial para un madridista como Kike al encontrarse con Xabi Alonso, futbolista campeón del mundo con la Selección Española y actual entrenador del filial de la Real Sociedad. "Me dijo María: 'Ese debe de ser famoso'. Y ya fuimos y estuvimos hablando un poco con él. Muy majo el tío", comenta a modo de anécdota.

Kike se debió tomar el encuentro con uno de sus futbolistas favoritos como una pequeña señal de agradecimiento del destino por lo que acababa de ocurrir, solo unas horas antes, en la sidrería en la que salvó la vida de Álex. Así, el militar pidió una foto a Xabi Alonso que el deportista tolosarra aceptó de buen grado. No obstante, el verdadero héroe de la imagen solo había dado patadas al balón en las pistas de fútbol sala de Cea, Sahagún o algún que otro pueblo de la comarca de Tierra de Campos.

Como de vez en cuando sucede, el destino quiso juntar los caminos de la desgracia y el heroísmo en perjuicio del primero. De paso, también los de Álex y Kike, dos desconocidos que ahora siempre se acordarán el uno del otro.
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