Kat, una youtuber y batería Cañón

Kat Almagro lleva el rock en la sangre y la batería y las ganas de vivirlo todo, de contarlo en su canal de youtube. Su última aventura es enrolarse en la Orquesta Cañón, de pueblo en pueblo, y llevarlo a su ‘Diario de una orquesta’

Fulgencio Fernández
26/08/2017
 Actualizado a 17/09/2019
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Transmite las ganas de vivirlo todo y de disfrutar de ello. La música ha sido su gran pasión desde niña, y la batería. «De pequeña me dio por aporrear cosas y vi que no se me daba tan mal (o eso creía) y la batería ha sido mi compañera», aunque confiesa que no hace mucho pudo «coger la guitarra en un concierto y era una espinita que tenía ahí».

Ha andado mucho. Ha vivido. Le ha puesto música a todo pero el rock es su pasión, vivida en diversos grupos y en diversos lugares.

En ese tener las ventanas abiertas para que entre la vida le llegó una propuesta: Una orquesta de fiesta, para el verano, de pueblo en pueblo, de provincia en provincia. Y su respuesta ha sido la de tantas veces: «Y porqué no?»

Y ha sido sí. Es la batería del Grupo Cañón, una de las orquestas más valoradas y con el calendario más apretado en el largo verano de fiestas. El día de la entrevista está preparando las maletas para diez días seguidos de veladas musicales con las gentes de Cañón. De León a Salamanca, Zamora, Asturias... sin descanso, sabe que va a ser duro pero lo espera con ganas. Y una sonrisa que contagia.

Quiere, además, aportar otra de sus facetas. «Soy youtuber, es cierto, tengo muchos seguidores y mi proyecto para este verano, para la gira con  la Orquesta Cañón es ir colgando en mi canal lo que voy a llamar el Diario de una orquesta; el día a día, los viajes, los montajes, la relación con los otros compañeros...».

Y ya está en su canal. Cuenta todo, como ha prometido y en los resúmenes de sus diez días seguidos de batallas se puede comprobar la evolución, de la cara feliz y risueña de la primera entrega al reconocimiento en la décima de que está cansada.

- ¿Y arrepentida?

- Ni mucho menos, todo lo contrario, qué pasada.

Son sólo dos facetas, su mundo recorre otros muchos caminos.
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