Kasper: "Fue como un milagro, no dejamos nunca de mejorar"

Fue otro de los grandes responsables del título y una de esas figuras que dejó una huella gigante en la afición del Ademar: el portero danés Kasper Hvidt, que en el aniversario de la Liga recordaba con La Nueva Crónica cómo «aquel 16 de junio hicimos un partido casi perfecto contra el Portland y se formó una fiesta enorme, con toda la gente en la cancha y la alegría que, no sólo tuvimos nosotros, sino que vimos que conseguimos crear para tanta gente, para toda la afición y en general la ciudad, es algo que marca para siempre».

«Fue como un milagro, aquel día fue el final de un año inolvidable, en el que no éramos candidatos y empezamos mal, pero a partir de la cuarta jornada no dejamos nunca de mejorar y crecer. Hay que recordar que aunque luego de veteranos casi todos los integrantes acabamos jugando en los equipos más grandes, en aquel equipo Alberto, Iker, Juanín o yo éramos jóvenes, Juancho aunque no lo pareció nunca también lo era, Denis era un desconocido, Lima un veterano pero que no traía gran bagaje, sólo Bartok y Ordóñez estaban contrastados, por eso era algo impensable», recuerda un Kasper que tiene grabado cómo «antes de empezar hicieron una encuesta a técnicos y capitanes de la liga y hubo quien nos puso para bajar. Vaya si se equivocaron...».

«Diría a la gente que vaya al Palacio y nunca dejen de creer, fuimos ejemplo de que no sabes qué puede pasar» ¿Entre las claves? El portero danés recuerda cómo «la mezcla entre juventud y experiencia funcionó y fue positiva porque cada uno tuvo claros sus roles y sólo nos centramos en ganar»; haciendo hincapié en que «el momento en el que yo creí que era posible ganar fue tras imponernos a Portland y Barça de forma consecutiva en la primera vuelta. Ahí dices, nos tienen que respetar las lesiones, miles de cosas tienen que ir bien.. ¿pero por qué no?".

«Por la sorpresa, por lo inesperado, por lo difícil de que vuelva a suceder, fue uno de los títulos más importantes de mi vida», asegura Kasper, que recuerda cómo «estaba en el Cangas y, a final de año, Cadenas me llamó pero ya había fichado por el Lemgo. Yo mantuve de forma habitual conversaciones con él el año siguiente y un día me dijo, ¿tú cómo estás allí? Y le contesté que la verdad, tenía una cláusula para salir y me quería volver a España si alguien me quería. Y él me dijo, hombre, ‘yo te quiero fichar’, y así acabé en León».

De hecho todavía a día de hoy «hablo con Cadenas una vez al mes o más en época de partidos, su manera de ver el mundo, de no rendirse y sacar lo mejor de la gentees un ejemplo que yo intento usar en mi trabajo», recuerda Kasper, que quería dirigirse a la afición para decirles que «vayan al Pabellón a apoyar y nunca dejen de creer, porque fuimos el ejemplo de que nunca se sabe lo que puede pasar y aquel año ellos fueron quienes más nos impulsaron a ello».