Juzgan por "abusos sexuales" a un joven que se acostó con una amiga

El fiscal, que explica que la chica se quedó "paralizada, sin poder hablar ni reaccionar", reclama para el acusado una pena de cinco años de prisión

R. Álvarez
16/05/2023
 Actualizado a 16/05/2023
Los hechos tuvieron lugar el 5 de octubre de 2019 y este miércoles serán juzgados por la Audiencia. | D. MARTÍN
Los hechos tuvieron lugar el 5 de octubre de 2019 y este miércoles serán juzgados por la Audiencia. | D. MARTÍN
Un joven de 25 años se sentará este miércoles 17 de mayo (a partir de las 11:30 horas) en el banquillo de la Audiencia Provincial de León acusado de un delito de abusos sexuales por el que el fiscal le pide una pena de cinco años de cárcel. Según explica en sus conclusiones provisionales, el chico y la víctima mantenían una relación de amistad en el momento de los hechos desde hacía tres años atrás y el día 5 de octubre de 2019 salieron a tomar algo. Sobre las seis de la madrugada, "como en otras ocasiones", tal y como se recoge en el escrito, fueron a la casa de la chica, que entonces, igual que el acusado, tenía 21 años. "Cenaron, vieron un rato la televisión y después se acostaron en la cama de ella, como lo habían hecho otras veces, de espaldas". Sin embargo, señala que en este caso, "a los veinte minutos aproximadamente de estar en la cama", el joven "comenzó a pegarse" a la chica, "le tocó los genitales y le cogió la mano derecha y la puso en su pene", quedando ella "paralizada, sin poder hablar ni reaccionar, ya que nunca había tenido relaciones sexuales con el procesado" y, además, "en diversas ocasiones le había dejado claro que esa no era la relación que ella deseaba", subraya la Fiscalía.

Después, remarca, el joven volvió a dejar la mano de ella donde la tenía y la tocó de nuevo "sin recibir respuesta", ya que la chica "continuaba muy rígida por la situación". Fue en ese momento en el que, según el relato de los hechos del fiscal, "el procesado la penetró vaginalmente" e intentó girarla hacia él sin conseguirlo "debido a que ella continuaba paralizada y rígida". Sin embargo, "volvió a penetrarla" una vez más poniendo su mano sobre el cuello de la chica, aunque "sin apretarla". Después, explica, ella "se apartó hacia la esquina de la cama", aunque "sin llegar a levantarse porque continuaba paralizada por la situación" y ya por la mañana salió de la habitación y mantuvo una conversación por WhatsApp con una amiga a la que lo contó lo que había pasado y que le aconsejó que "se inventara una excusa y saliera del domicilio". Ambos, él y ella, salieron entonces de la casa.

Por auto de 8 de octubre de 2019 dictado por el Juzgado de Instrucción 2 de León se impuso al chico la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la joven, de su domicilio y de cualquier lugar en el que pudiera encontrarse, así como de comunicarse con ella por cualquier medio mientras durara la tramitación de este procedimiento.

Para la Fiscalía los hechos constituyen un delito de abusos sexuales del que considera que el procesado es autor y por el que le pide una pena de cinco años de cárcel además de la prohibición de acercarse a la chica a una distancia no inferior a 300 metros de cualquier lugar en el que se encuentre, su domicilio, su lugar de trabajo o cualquier otro que sea frecuentado por ella durante seis años. También pide que se le prohíba comunicarse con ella por cualquier medio durante el mismo periodo de tiempo, seis años. A esto añade la imposición de una medida de libertad vigilada durante cinco años a ejecutar con posterioridad a la pena de prisión y el abono de las costas derivadas del procedimiento. Por último, en concepto de responsabilidad civil, considera que el procesado deberá indemnizar a la víctima «por daño moral».
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