Tal y como relata la fiscalía en su escrito de acusación, la acusada mantuvo una relación sentimental con un hombre de Bembibre hasta octubre de 2015, cuando como consecuencia de una denuncia por malos tratos se le impuso a él una prohibición de aproximarse y comunicarse con ella. A partir de ese momento señala que "la acusada denunció en múltiples ocasiones a su pareja sentimental, tanto por quebrantamientos de la prohibición de aproximación y comunicación como por amenazas, injurias, coacciones y vejaciones" de manera que el varón ingresó en prisión provisional varias veces, "coincidiendo cada nueva denuncia con su previa puesta en libertad".
En julio de 2016, tras ser decretada nuevamente su puesta en libertad, la acusada «con el exclusivo objetivo de conseguir que su expareja ingresase nuevamente en prisión orquestó un plan con la colaboración imprescindible del otro acusado», relata el fiscal. Crearon una cuenta de correo a nombre de su expareja y remitieron varios emails a la de ella con contenido amenazante que denunció y por los que él estuvo privado de libertad de agosto a octubre de 2016.
Dos días después de su salida de la cárcel ella presentó una nueva denuncia con la que "no consiguió que se acordara nuevamente su ingreso en prisión", por lo que un día más tarde ,y "contando nuevamente con la colaboración y el beneplácito del otro acusado, planearon inventarse unos hechos de mayor gravedad".
El otro acusado la trasladó de madrugada a Bembibre, donde vivía su expareja, maniató a la mujer, le colocó una media en la cabeza, le rompió la camiseta y derramó pegamento por encima de su pierna, cerca del pubis. Además, siempre según el Ministerio Público, la mujer se autoinfligió varios cortes y heridas y "preparada para atribuir a su expareja la comisión de una detención ilegal, unas amenazas y unas vejaciones, se dispuso a caminar descalza hasta una farmacia cercana, donde sobre las 4:30 horas simuló un ataque de pánico y ansiedad y pidió ayuda a la farmacéutica gritándole que llamara a la Guardia Civil, que su expareja iba a matar a su hijo y que él la había traído hasta allí".
Como resultado los agentes procedieron a la búsqueda del denunciado, que fue detenido e ingresó en prisión. Sin embargo, las diligencias practicadas permitieron en esta ocasión "descubrir a la acusada comprando en un bazar chino todos los efectos que había utilizado para simular su detención ilegal, así como identificar al otro acusado, que había prestado una ayuda imprescindible a la misma para la ejecución de los hechos, por lo que fueron detenidos y puestos a disposición judicial".
El hombre estuvo privado de libertad por esta falsa denuncia del 18 al 26 de octubre de 2016. Fecha esta última en la que la acusada fue detenida, saliendo de prisión el 22 de noviembre.
18.000 euros por daños morales
Además de las penas de cárcel, el fiscal considera que en concepto de responsabilidad civil los acusados deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria a la expareja de ella con la cantidad de 18.000 euros por los daños morales sufridos, más los correspondientes intereses legales y las costas.