Secundino Llorente

Junta de delegados

03/11/2018
 Actualizado a 10/09/2019
Guardar
En la primera semana de noviembre suelen constituirse las juntas de delegados de los institutos. Añoro con nostalgia estas reuniones de delegados durante más de veinte cursos. La Junta de Delegados es el órgano de participación de los alumnos y está integrada por un representante de cada uno de los distintos grupos del centro escolar.

Es verdad que solíamos presionar a los tutores, en su primera reunión de cada curso, para que dieran mucha importancia a la elección de delegados. Les rogábamos que animasen a presentarse a los mejores de cada clase, los más preparados y cameladores, los más estimados y queridos del grupo y que, además, fueran los líderes con capacidad para representar a todos sus compañeros. Era necesario esperar un poco hasta que se consolidase el grupo porque, de lo contrario, la primera semana son los repetidores los que llevan la voz cantante.

Es muy interesante la votación del delegado. He visto excelentes campañas electorales, con discursos muy meditados y convincentes. Esto es educar en democracia. Se vive con emoción el recuento de papeletas. Las felicitaciones tras la proclamación de los resultados y el acta correspondiente. Los elegidos van a representar a los alumnos de su clase y serán los intermediarios entre sus compañeros y otros miembros de la comunidad educativa: personal de dirección, docente y no docente, y padres de alumnos. Aún hay más. En la primera reunión de los delegados electos se lleva a cabo la constitución de la Junta de Delegados con el nombramiento de un presidente y un secretario que deberá de levantar acta. Repito, realmente esto es formación en libertad y tolerancia.

Las funciones que la normativa atribuye a esta Junta de Delegados se resumen a elevar al equipo directivo propuestas para la elaboración del Proyecto Educativo y de la programación general anual, informar a los alumnos miembros del Consejo de los problemas de cada grupo y curso, comunicar a sus compañeros de clase de actividades de la Junta y formular propuestas para la elaboración de los horarios de actividades docentes y extraescolares.

Estoy convencido de que el director de un centro escolar debe intentar hacer ‘piña’ con el grupo de delegados y ganar su confianza con mucho mimo para poder contar en cada clase con los ojos del delegado que le comunica todo lo que sucede en el grupo. Por ejemplo, en un tema de ‘bullying’ o acoso escolar, si el delegado es listo, se dará cuenta rápidamente. Se lo comunica al director y problema resuelto. La casuística puede ser extensa: sufrimiento de un compañero, problemas del grupo con un profesor, acumulación de exámenes o simplemente desperfectos en el aula.

Cuando llegaba algún aliciente o promoción al instituto en forma de viajes o entradas para ver la selección española de fútbol o un concierto u obra de teatro se las regalábamos a los delegados como premio por su labor. Su tarea es muy importante: «ellos son nuestro radar en cada clase». Gracias a ellos nosotros podíamos enterarnos de las inquietudes de los estudiantes de cada grupo: sus preocupaciones acerca de la celebración de pruebas y exámenes; desarrollo de actividades culturales, recreativas y deportivas; quejas y reclamaciones sobre la valoración del rendimiento académico de algunos profesores; informes sobre las sanciones a los alumnos por la comisión de ciertas faltas; cualquier tipo de actuación y decisión que afecte de modo específico a los alumnos.

Me arriesgo a asegurar que, si el delegado de grupo es un verdadero líder y colabora con el tutor y con el equipo directivo, los resultados finales de su grupo mejoran considerablemente.

Sí, delegados, gracias por vuestro trabajo, sois una pieza clave en el buen funcionamiento de un centro educativo. Os ruego que lo deis todo en vuestra tarea de representantes y líderes del grupo porque esto redundará en el éxito de vuestros compañeros y os dará experiencia para vuestro futuro.
Lo más leído