Juega con ellos (mientras quieran)

El juego es una herramienta fundamental, más importante incluso de lo que podemos llegar a imaginar, fomenta la adquisición de valores, nos ayuda a relacionarnos con ellos, a conocerlos y a disfrutarlos.

Sofía Morán
07/01/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Los míticos jugueteros de Famosa han celebrado estas Navidades su 60 aniversario, y lo han hecho con un genial spot que se convirtió en viral a las pocas horas de ser presentado. En esta ocasión el mensaje no va dirigido a los más pequeños de la casa, sino a sus padres.

Mientras de fondo suena su popular villancico «las muñecas de Famosa se dirigen al portal…», podemos ver a esos «tiernos» adolescentes haciendo eso que se supone que hacen los adolescentes, como discutir con los padres, dar portazos, encerrarse en su habitación, buscar desesperadamente independencia y libertad, y pasar el tiempo con amigos, amigas, novios y novias, con todos menos con sus padres, claro está.

El mensaje es tan simple como efectista: «antes de lo que crees, tus hijos dejaran de jugar. Ahora que todavía quieren… ¡juega con ellos!». Es posible que explicado así, a muchos de ustedes les parezca una auténtica obviedad, pero lo cierto es que para los que tenemos niños pequeños, dormimos poco y llegamos tarde a casi todo, el anuncio te obliga a frenar en seco y a preguntarte si realmente lo estás haciendo bien, o si este «viviendo deprisa» que tanto usamos últimamente nos aleja de las cosas realmente importantes, de esos momentos de gloria y diversión, esos que sin duda marcan la diferencia.

Además del clarificador vídeo, la campaña incluye un estudio llamado #JuegaConEllos, donde se han hecho encuestas a más de 500 padres y madres de toda España con hijos menores de 12 años. Y los resultados no son precisamente halagüeños porque más del 87% sabe que jugar con sus hijos es importante, que fomenta la creatividad e imaginación, mejora la capacidad de socializar y ayuda a su desarrollo, sin embargo, sólo el 33% de los padres toma la iniciativa a la hora de divertirse con los pequeños de la casa. Además, casi el 70% reconoce no jugar más de 2 horas a la semana con ellos.

Es decir, que sí, que la teoría nos la sabemos, pero a la hora de la verdad no lo aplicamos en nuestro día a día.

El juego es una herramienta fundamental, más importante incluso de lo que podemos llegar a imaginar, fomenta la adquisición de valores, nos ayuda a relacionarnos con ellos, a conocerlos y a disfrutarlos.

El juego fortalece sin duda nuestra relación con ellos, es tiempo compartido, tiempo de calidad, y gracias a él podemos conocerles mejor, saber cómo son de verdad. Muchos niños no son capaces de expresar sus emociones porque no saben hacerlo, y el juego es una gran herramienta para saber lo que les pasa o cómo se sienten. Es importante observar.

Decimos que es el trabajo, dentro y fuera de casa, las tareas pendientes, las preocupaciones y la falta de tiempo, y es cierto, pero tirando un poco de honestidad a veces es sólo cansancio y esa pereza infinita que da ponerse a ello.

Mi hijo Dimas tiene 2 años y se está haciendo de rogar con esto del lenguaje expresivo, así que él no me pide aún que juguemos a esto o a aquello, él directamente me persigue por toda la casa y lucha a brazo partido conmigo hasta que consigue sentarme con él en el suelo, ya de ahí, la idea es no dejar nada en su sitio, el caos absoluto, el disfrute máximo.

Estoy segura de que sus Majestades los Reyes Magos de Oriente han dejado un montón de juguetes en su casa durante la mágica noche del viernes, y que abrir los paquetes y ver esas sinceras sonrisas les llena de gozo y satisfacción, pero créanme, el verdadero regalo es que ustedes se remanguen, se tiren al barro y jueguen con ellos.

Pónganlo en la lista de propósitos de año nuevo, hagan hueco, quiten los imposibles, yo ya he tachado el gimnasio y lo he cambiado por las carreras de coches, las torres infinitas, los bailes y las canciones infantiles… ya dormiré en otra vida.

Sofía Morán de Paz (@SofiaMP80) es licenciada en Psicología y madre en apuros
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