Jubilación a los 18

El que a estas alturas todavía sigue considerando que es aceptable que en una misma sociedad en la que al grueso se le exige trabajar ocho horas o más para ganar un sueldo de mayor o menor cuantía con el que mantener a su familia y a todo este peligroso sistema que estamos organizando, haya un colectivo al que se le dé ese mismo sueldo por ejercer de holgazanes y que cada día va en aumento, está claro que la sociedad en conjunto tiene un problema gordo. Pero el que realmente cree que son derechos y no sé cuántas cosas más y sigue el juego es un verdadero peligro para el resto.

Leo que el partido con el que se agravaron los problemas de salud de España y se hicieron prácticamente crónicos, porque el cuadro clínico ya estaba claro con anterioridad y los primeros síntomas aparecieron mucho tiempo atrás, el partido que busca una sociedad de vagos, ignorantes y manejables para seguir viviendo del cuento propone dar entre 700 y 1.400 euros al mes a los mayores de 18 años; todo para que ni se molesten en buscar trabajo porque ya les cae la propina del cielo y seguir ahí.

Hablando hace unos días con un conocido que tiene mi misma edad, de los que cada mañana se levantan para levantar esta España que cada día pesa más por culpa de los vagos y de los gandules –como finamente dice un conocido pater en sus homilías de las redes sociales–, me decía que si esta panda dura mucho tiempo en el gobierno y sacan adelante esta nueva paguita, a él le compensaba pedirla y mandar a la mierda a su jefe porque además de no hincarla ganaba lo mismo o más dinero.

Uno de 36, que es de echar cuentas rápidas, calculó que si en vez de estar cotizando autónomos desde los 23 años hubiera sido un perroflauta de estos, habría ahorrado casi 50.000 euros sólo con el recibo mensual por estar dado de alta. Y si hubiera estado recibiendo desde la mayoría de edad mil euros al mes tendría ingresados otros 200.000 largos. Más o menos, el precio de un piso en Ordoño II. Si la jubilación a los 18 tuviera carácter retroactivo, como la famosa ley del ‘solo sí es sí’ para las penas, esa de la que tanto presumen, y no hay quien pare esta fiesta, la oferta es casi tentadora.