Juan de la Rubia le saca los colores al órgano

Juan de la Rubia es organista titular de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. Natural de la Vall d’Uixó (Castellón), ha actuado en los principales escenarios de Europa, así como en América latina y Asia, con una acogida excelente del público y la crítica. En los últimos años, su actividad concertística ha sido incesante, actuando en más de veinte países y en escenarios como el Auditorio Nacional de Música de Madrid, Palau de la Música Catalana, Konzerthaus de Berlín, Gewandhaus de Leipzig, Elbphilharmonie de Hamburgo, las catedrales de Colonia y Westminster (Londres), St. Sulpice de París, y el teatro Mariinsky y la Philharmonia de San Petersburgo, por nombrar tan solo algunas.

Este viernes protagoniza a las 21:00 horas con entrada libre hasta completar el aforo el nuevo concierto del XXXV Festival Internacional de Órgano ‘Catedral de León’. Buen conocedor del órgano de la Pulchra, lo define como «un instrumento de tamaño monumental y de características muy peculiares, tanto que permite un gran abanico de posibilidades tímbricas y técnicas, y ello ofrece una versatilidad al organista que debe aprovechar», asegura el intérprete castellonense, que compara el programa que va a interpretar con una vidriera de la Catedral, «pues cada una de las cinco piezas se expresa mediante un color con significado por sí mismo, que dialoga y contrasta con las demás piezas de la vidriera y conforman juntas una expresión unitaria dentro de la diversidad de estilos, timbres, formas, colores y dinámicas».

Bach, Mendelssohn, Glass, Widor y la improvisación final del intérprete conforman un programa que aúna el minimalismo del autor de ‘La bella y la bestia’ y el romanticismo y sinfonismo francés de Widor, algo que en un órgano como el de la Catedral de León –señala De la Rubia– «nunca puede faltar». Una última reflexión por parte del intérprete que llenará de luz, color y sonido el primer templo leonés. «La arquitectura de un espacio como la Catedral se puede apreciar no solo con la vista sino también con el oído. Aquí, música y arquitectura se funden y el resultado es único e irrepetible. Espero que disfruten de este momento», concluye.