José Luis Puerto: "Hoy la poesía está más ‘desaparecida’"

La sala Región del ILC acoge a las siete y media de la tarde un acto que conmemora el 40 aniversario de la publicación de ‘El tiempo que nos teje’, su primer libro en la leonesa Colección Provincia de poesía

Bruno Marcos
24/11/2022
 Actualizado a 24/11/2022
El poeta y escritor salmantino afincado en León, José Luis Puerto. | PEIO GARCÍA (ICAL)
El poeta y escritor salmantino afincado en León, José Luis Puerto. | PEIO GARCÍA (ICAL)
La Colección Provincia de poesía se creó en León en 1970, quién sabe si no bautizada con cierta ironía hacia el fuerte centralismo cultural que todavía se vivía en aquella época. Esta colección, fundada nada menos que por el hoy Premio Cervantes Antonio Gamoneda, cobró enseguida prestigio nacional incorporando a autores leoneses pero también del resto de España; publicó 47 libros en la década de los años setenta y en torno a 30 en cada una de las siguientes, aunque en los últimos tiempos ha ido apagándose hasta sacar a la luz sólo doce libros en los últimos doce años..

Se cumplen ahora cuatro décadas de la aparición en esta colección de ‘El tiempo que nos teje’, primer libro del poeta José Luis Puerto, que obtuvo el Premio Castilla y León de las Letras en 2018 por el conjunto de su obra.– Cuando apareció tu libro se había publicado el año anterior, en Adonáis, ‘De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall’ de Blanca Andreu, en el mismo año que el tuyo salen en otras editoriales ‘Memoria de la nieve’ de Julio Llamazares o ‘El jardín extranjero’ de Luis García Montero. ¿Cómo recuerdas aquellos años y la poesía emergente de entonces?     – Los libros que me indicas son algunos de los hitos de la poesía de aquella época; un momento en el que, en el ámbito de la poesía, estaban surgiendo varias corrientes emergentes, que se intercomunicaban. Una de ellas pretendía ser hegemónica y acaso se le daba más cancha que a otras; pero todas fluían iba a decir que sin estorbarse o, sobre todo, por esos cauces de revistas, colecciones, lecturas, encuentros…, por los que la poesía ha fluido siempre en nuestra contemporaneidad.– En 1982 seguían activos poetas de la generación del 50 como Ángel González, Gil de Biedma, Claudio Rodríguez o Valente; e incluso alguno de la del 27 como Alberti, mientras los novísimos de los setenta estaban entrando en la madurez. ¿Cómo era la relación intergeneracional y cómo se recibían unas y otras herencias poéticas? – Mi caso fue afortunado, pues tuve contacto directo y personal con Alberti, poetas del 50 (Valente, Claudio Rodríguez, Ángel González, Caballero Bonald, Carlos Sahagún…), así como los novísimos (Antonio Colinas, sobre todo, y otros). Y también poetas hispanoamericanos, como Juan Gelman, Mario Benedetti, Eliseo Diego, Idea Vilariño, Claribel Alegría. Y siempre percibí esa relación intergeneracional como un discurrir de la poesía, marcado por una gran fluidez. Y, siempre, por esa cordialidad que ha existido en el trato con los poetas a los que he tenido la suerte de conocer.  – ¿Cómo era la escena poética de León en los años ochenta y cómo llegaste a publicar tu primer libro en la Colección Provincia?
– El haber publicado en la Colección Provincia fue una casualidad afortunada. Yo venía por León desde los inicios de los años ochenta. Me encontré en las librerías con libros de Provincia, los adquirí para leerlos. Envíe el mío a la dirección que en ellos se indicaba. Y, reunida la comisión que fuera, recibí una carta indicando que se aceptaba la publicación del libro. Y se me advirtió que era el primer caso en que un poeta absolutamente inédito iba a ser publicado en la colección.  

– ¿Qué lugar social ocupaba la poesía entonces?¿Cuál crees que ocupa ahora?¿Qué había de bueno y malo en las políticas culturales pasada y actuales respecto a la poesía?  
– En aquel momento, la poesía estaba más presente en la sociedad; un ejemplo es que ‘El tiempo que nos teje’ salió en diciembre de 1982 y en enero del 83 ya hacía de él una breve reseña el suplemento de artes y letras de ‘El País’. Hoy eso es impensable, la poesía está más ‘desaparecida’; diversos intereses la han hecho desaparecer. Hoy es más una palabra de culto, para buscadores.  
   
– ¿Qué había ya en ‘El tiempo que nos teje’ que permanece en el poeta que ahora eres?
– No pocas cosas. Por ejemplo, el decir poético como esencialidad y como sugerencia; también como expresión de un mundo propio y de un modo de revelar e iluminar lo contemplado.
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