José Ignacio García: "Los jóvenes buscan más la creatividad en el relato"

La Nueva Crónica volverá a publicar un año más los relatos navideños que conforman el decimosegundo volumen del proyecto cultural ‘Contamos la Navidad’ y que lleva por título ‘Y nos dieron las doce’

Joaquín Revuelta
18/12/2020
 Actualizado a 18/12/2020
El coordinador José Ignacio García con la nueva publicación del proyecto editorial 'Contamos la Navidad'.
El coordinador José Ignacio García con la nueva publicación del proyecto editorial 'Contamos la Navidad'.
El proyecto editorial ‘Contamos la Navidad’ que coordina el escritor y crítico literario de La Nueva Crónica, José Ignacio García, regresa en su décimo segunda edición, un número enblemático que también ha servido de inspiración para el ‘sabinero’ título de la publicación, ‘Y nos dieron las doce’, que reúne veinte relatos navideños de otros tantos autores, con sus correspondientes ilustraciones, que serán publicados en su mayor parte en las páginas de Culturas de este periódico a partir del miércoles 23 y hasta el domingo 10 de enero.

– No sé si después de doce ediciones todavía le resulta difícil convencer a escritores e ilustradores para que se incorporen a este veterano y plenamente consolidado proyecto editorial que es ‘Contamos la Navidad’
– Claro, este proyecto tiene dos partes, la parte de los escritores y la parte de los ilustradores, y yo siempre invento que en este caso estén equiparados, que no siempre se habita. Es así, normalmente el ilustrador digamos que rinde un vasallaje al escritor. Para que te hagas una idea, cuando planifiqué esta edición ya tenía una lista de espera de escritores que superaban la treintena y si el próximo año seguimos con la aventura ahora mismo ya tendría otros treinta nombres sin haber empezado a hacer nada. Ahora ya es fácil porque conforme cada año que pasa cada vez hay más escritores que conocen el proyecto y más escritores que se quieren sumar a él. Lo que me cuesta más es que llevo dos años intentando que haya digamos un mayor equilibrio entre autores masculinos y femeninos. Autores masculinos hay muchísimos que quieren participar, y de hecho te diré que he tenido que ir relegando gente que podría haber entrado este año y ya la tengo en lista de espera para el año que viene, pero lo que más me cuesta es encontrar escritoras que tengan una cierta trayectoria literaria. Por lo que respecta a la parte de los ilustradores es algo más complicada porque han pasado tantos por el proyecto que cada vez me cuesta más encontrar nombres nuevos, pero entre Diego Chamorro (de la imprenta Punto y seguido) y yo lo vamos salvando.

– ¿En qué momento de la planificación aparece el título de la obra?
– Pues esa es una buena pregunta. En este caso apareció al principio por una razón muy sencilla. Esta es la decimosegunda edición y a mí me gustan mucho las canciones de Joaquín Sabina y enseguida me vino a la cabeza lo de ‘Y nos dieron las doce’ porque era que nos dieron las doce ediciones. Y además se da la circunstancia de que yo creo que para la Navidad el doce es realmente el número mágico. Los doces meses, las doce uvas, las doce campanadas... Entonces este año fue muy sencillo porque prácticamente surgió al principio. Ha habido años en que teníamos el libro terminado y no teníamos un título para él. Pero no ha sido el caso de este año que ha sido muy fácil dar con él.

– ¿Suele dar a los autores algún tipo de instrucción para que sigan una determinada línea temática en cada edición o les da total libertad?
– Tienen libertad. Las únicas pautas que les damos es que por razones de espacio el relato no debe superar los dos folios y que la temática haga alusión a la Navidad y de una manera que no sea iconoclasta o dramática. Un año un escritor nos mandó un relato en el que mataba a Papá Noel. Lógicamente ese relato lo descartamos. La única premisa es que se aborde un tema en el que de alguna manera la Navidad esté presente; es decir, puede ser el nexo central o puede ser algo más circunstancial o periférico, pero que haga alusión a la Navidad y lo haga desde un tono si puede ser amable.

– ¿Percibe que en los autores que se enfrentan a este tipo de relato aflora todavía el niño que llevan dentro o cada vez más la nostalgia y la evocación son conceptos desterrados?
– Al respecto te diré que estoy coordinando una antología en la que participan 43 cuentistas castellanos y leoneses que se asemeja a la que llevó a cabo José Luis Puerto para Edilesa en el siglo pasado y en la que estaban todos los grandes: Pereira, Luis Mateo, Merino... Con la mirada puesta en aquella antología cuento para ésta con quince autores leoneses, doce o trece vallisoletanos, también burgaleses, etc. Al hilo de lo que me preguntas te diré que yo noto que ese acervo digamos de hablar desde la memoria, hablar desde el encanto y el candor de la infancia, ese candor y esa emoción la tenían más los escritores digamos ‘mayores’ que la tienen los jóvenes, que son como más estéticos y buscan más la forma de la creatividad en el relato, buscan experimentar con nuevas fórmulas, nuevas maneras de contar, más que hablar de sus propias vivencias desde el recuerdo y desde la memoria.

– Este año ha sido especialmente atípico por la pandemia. ¿La incidencia del Covid-19 se ha visto reflejada en cierto modo en los veinte relatos que conforman ‘Y nos dieron las doce’?
– Te voy a contar dos cosas, una relacionada con los cuentos y otra con el proceso en general. El Covid-19 ha tenido muchísimo que ver, ha tenido tanto que ver que nosotros otros años hacemos una tirada de alrededor de diez mil ejemplares y este año nos ha costado muchísimo llegar a los cinco mil, cifra mínima para que el proyecto sea viable y salga a los precios tan económicos que sale. Después teníamos previsto que como este año se había cumplido el centenario del nacimiento de Miguel Delibes íbamos a hacer una especie de homenaje incluyendo una participación de Delibes en el libro. Eso también se tuvo que quitar porque este año no habrá ni presentación. Con relación al contenido de los veinte cuentos que recoge el libro hay dieciocho creo recordar que no aluden para nada al Covid-19 y gracias. En uno aparece alguien con la mascarilla pero no alude a la enfermedad, en otro sin embargo está muy presente. De los 20 relatos, 19 son inéditos y se han escrito específicamente para esta edición de ‘Contamos la Navidad’. El otro, el de mayor extensión, lo firma el escritor murciano Francisco Ros, que hace como diez o doce años participó en una antología de relatos navideños a nivel nacional y muchos consideraron el suyo como el mejor relato de Navidad que se había escrito hasta ese momento. Este año conseguí contactar con este autor y que nos lo cediera para incluirlo en la colección.

– La portada es un elemento fundamental, pues no deja de ser la carta de presentación de la publicación. ¿Cómo se eligió la de este año?
– Normalmente lo que hacemos es que a ilustradores que ya han colaborado en años anteriores con nosotros y que nos gusta mucho lo que han hecho en el interior les proponemos diseñar la portada. La de este año lleva la firma de Carlos RKS, un ilustrador madrileño que ya había colaborado en las dos ediciones anteriores en el interior con dos ilustraciones que nos encantaron. En esta ocasión nos ha sorprendido con una portada que no es lo que yo había imaginado previamente pero que ha gustado muchísimo. Para el año que viene, si el proyecto sigue, también tengo en mente quién quiero que haga la portada. Como puedes ver trabajamos con bastante previsión.

– Tal como vienen las cosas, el número 13 dejará de estar vinculado a la mala suerte para erigirse en un número que invita a la celebración.
– Pero incluso te diría que el de este año ya es una fiesta, porque con la que está cayendo que aún sigamos no deja de ser motivo de celebración dada la cantidad de cosas que se están cancelando. Que hayamos sobrevivido a la pandemia y hayamos podido seguir adelante ya es un triunfo. Eso sí que me parece relevante decirlo, porque hemos estado en muchos momentos muy cerca también de no poder continuar, aunque tuviéramos el libro preparado. Nosotros vivimos de nuestros patrocinadores. En León, sin ir más lejos, a Punto y seguido le patrocinan muchos bares y restaurantes y después de tener los libros encargados han tenido que anular las reservas porque tenían los negocios cerrados. Eso ha sido un handicap tremendo. Yo creo que este año ese aporte de ilusión, de fiesta, que es la literatura, va a tener todavía mucho más sentido. Y para el año que viene, si como dices conseguimos que las vacunas funcionen y que esto vuelva un poco a la normalidad de siempre, que vuelva a haber la algarabía, el guirigay y la fiesta familiar que debe de haber durante estas fechas, yo sí que espero que el libro del año que viene se titule ‘Fiesta’ o que tenga que ver algo con eso para que de alguna manera refleje que hemos vuelto a celebrar, a vivir, porque esto está siendo muy dramático y muy duro la verdad.
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