Desde la fase clasificatoria, el joven intérprete leonés ha dejado impresionado al jurado –con un Nacho Duato rendido desde el primer momento al otrora protagonista del musical ‘Billy Elliot’ – y a la audiencia con su depurada técnica de baile en una especialidad que no es la suya, la danza clásica, y su saber estar sobre el escenario, cualidades que volverá a demostrar este sábado en una final en la que tendrá que medirse en un primer momento con Nerea, la otra finalista de su misma especialidad, y más tarde con los que resulten ganadores de las modalidades de canto, Selma y Lorena, y de instrumental, Gisela y Sofía.
A pocas horas de que el jurado decida el ganador de esta tercera edición de ‘Prodigios’, que volverá a contar con la importante presencia de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, Jorge García Lamelas habló con La Nueva Crónica de sus vivencias en el programa que conducen Boris Izaguirre y Paula Prendes. Preguntado por lo que a nivel personal le ha reportado la experiencia de participar en un talent show como ‘Prodigios’, el joven cantante, actor y bailarín leonés de 14 años, con una madurez muy poco habitual en las personas de su edad, comenta que no esperaba aprender tanto a su paso por este programa. «Aprendí muchísimo con los mejores profesores y también con Nacho Duato, además de hacer muchísimos amigos, que los sigo teniendo hoy porque nos seguimos comunicando. La verdad es que me ha servido de mucho en el baile y personalmente», reconoce Jorge con ese ritmo pausado y reflexivo que imprime a sus respuestas.También queremos saber si Boris Izaguirre, el conductor del programa, impone tanto en las distancias cortas como la imagen que da en televisión. «Boris no impone nada. Para mí ha sido muy inspirador porque se toma todo con buen humor . Todos los problemas que puedan surgir en la grabación del programa los soluciona con un talante siempre positivo y haciendo gala de su gran sentido del humor. Y detrás del escenario se muestra como un colega más. Pienso que Boris Izaguirre ha hecho que el programa sea más dinámico y más distendido».Desde el primer programa, Nacho Duato se ha emocionado con la presencia de Jorge García Lamelas, no teniendo reparos en evidenciar públicamente su predilección por el leonés. «Bueno, yo diría que Nacho Duato sí que es muy exigente y lo que pretende en realidad es que cada concursante dé lo mejor de sí mismo. Por eso para mí ha sido muy emocionante que le haya gustado lo que he hecho porque para mí es la mejor recompensa al esfuerzo realizado y me da mucha más confianza para seguir por este camino», sostiene García Lamelas, cuyo lado humano y solidario también sale a la luz cuando ve que otros concursantes y compañeros suyos no han corrido su misma suerte. «Yo creo que todos mis compañeros poseen un enorme talento, todos ellos son supertrabajadores y no hay ninguno que no mereciera pasar a la siguiente fase. Todos han trabajado lo más que han podido», reitera Jorge, que evidencia una cierta tristeza por el hecho de no poder volver a ver a algunos de los compañeros que no pudieron pasar a la gran final, aunque asegura que todos «se lo tomaron bastante bien y para mí lo más importante no es tanto ganar como aprender de la experiencia». 
A la pregunta de si cree que la danza juega en la final en igualdad de condiciones que el canto o la instrumentación, al ser la primera una disciplina más minoritaria, Jorge García Lamelas considera que las tres categorías están al mismo nivel. «Pero es verdad que el público a veces sabe valorar menos algunas categorías, como el baile, porque lo normal es que el público no tenga tanto conocimiento de la danza como lo pueda llegar a tener de un instrumento o de la voz. Con esto quiero decir que la gente puede apreciar más fácilmente si alguien que toca un instrumento lo está haciendo bien o lo está haciendo mal. Con la danza no están tan familiarizados y cuesta más enjuiciar la labor de quien la practica porque es un lenguaje mucho más técnico», argumenta el joven y prometedor bailarín, que a la hora de valorar el canto, que es una modalidad que también práctica este talentoso leonés, señala que escuchar a algunos de sus compañeros ha sido muy revelador. «Yo suelo cantar lírico pero la manera en que se expresaban con sus canciones me ha motivado para seguir cantando».Jorge García Lamelas logró el reconocimiento popular gracias a su trabajo en el musical ‘Billy Elliot’, que se mantuvo durante varias temporadas en cartel en Madrid, una etapa que el joven no cree que esté cerrada del todo. «Para mí Billy Elliot sigue siendo una persona muy importante en mi vida y muchas veces pienso en él para motivarme, porque me identifico mucho con él. Creo que cuando mi madre comentó en una anterior entrevista que esa etapa la daba por superada lo que en realidad quería decir es que no me afectó tanto cuando me comunicaron que el musical se iba a parar a consecuencia de la pandemia. Soy una persona muy positiva que cree que cuando se cierra una puerta se abre otra. La gente de ‘Billy Elliot’ va a estar conmigo siempre y estoy seguro de que me darán más oportunidades», comenta este apasionado del teatro musical que gracias a su paso por ‘Prodigios’ le ha tomado afición a la danza clásica. «Ha sido la primera vez que he hecho danza clásica y la verdad es que le he cogido el gusto, por lo que no me cierro ninguna puerta, aunque el teatro musical sigue siendo mi gran pasión y mi sueño es poder actuar en los musicales de Broadway», admite el bailarín leonés, que no descarta entrar algún día en alguna compañía de danza clásica, si bien matiza que «es una carrera corta» y que su verdadera aspiración es poder trabajar en Nueva York. «La verdad es que a Rusia no me gustaría ir porque tengo muy claro que lo que más deseo es ir a Nueva York. Si después me cogen en City Ballet, que es una compañía muy importante, para mí sería una oportunidad enorme», reconoce el joven talento leonés que tiene al alcance de la mano convertirse este sábado en el ‘Prodigio del Año’.