Jonathan Rodríguez: "El boxeo es una alegoría de la vida"

– ¿En su barrio también ha tenido muchas peleas o sólo en el ring?
– En el barrio, pero en el gimnasio del barrio. En la calle, las menos posibles.

– ¿Cuándo le empieza a gustar lo de dar puñetazos?
– Fue un deporte que siempre me llamó la atención porque me parecía algo muy difícil: una mezcla entre la intensidad física y la concentración. Cuando era pequeño pensaba en cómo controlar esas emociones de estar a tope, desatado e incontrolable, y a la vez saber lo que tienes que hacer.

– ¿Era para canalizar la tensión y no descargarla fuera?
– Siempre he sido una persona bastante nerviosa, movidilla y también un poco rara. Era más una curiosidad personal.

– ¿Y en la familia qué le dicen?
– Las primeras peleas me tenía que escapar un poco. Pero luego ya vieron una evolución personal que era positiva, en un adolescente como era yo la parte positiva era el deporte, el resto era otra cosa. Entonces al principio son reticentes con un deporte de este tipo, pero cambia cuando ven que no existe la imagen que tiene la gente del boxeador con la nariz rota, que está tartaja, que no sabe hablar...

– ¿Y los amigos? Por la calle con vosotros no se metería nadie...
– Hay alguno que decía a ver si le pegan y otros a ver si gana... Una cosa es la imagen que proyectas sobre los demás y otra la realidad. El macarra es macarra sea boxeador o no, y la buena persona lo mismo.

– ¿Hay mucho mito en torno al mundo del boxeo?
– Confundimos mucho la agresividad con la violencia. Agresividad es la decisión y la capacidad que tienes que tener frente a situaciones límites, es necesaria para muchas situaciones de la vida, también son agresivos los cirujanos. Otra cosa es la violencia, que es lo que utilizamos para hacer daño y de forma intencional, no tiena nada que ver.

– ¿Qué otros deportes ve o practica?
– Tenis o ciclismo. Los deportes en los que está implícito mucho esfuerzo e intensidad me gusta verlos, por ejemplo el baloncesto también aunque no me gustan por lo general los de equipos.Pero para verlo, para practicarlos soy bastante sosete: correr, ir en bici... y dar puñetazos.

– ¿Y qué hace en su tiempo de ocio?
– Disfrutar de la gastronomía leonesa y viajar. Cuando tengo tiempo también también me gusta leer, interesarme un poco por el arte aunque parezca que no. Me llama mucho la atención todo el tema artístico y la música.

– Díganos un libro, un grupo y una película sobre boxeo.
– Un libro, ‘Así hablóZaratrusta’, de Nietzsche. Un grupo, ‘Queen’. Una película de boxeo: ‘Toro Salvaje’.

– ¿Y Rocky?
– Estuvo muy bien porque aglutinaba todos esos sentimientos y emociones de la clase baja, la capacidad de triunfar del perdedor que supuestamente no va a llegar a nada pero acaba en lo más alto.

– ¿Esa lección vale también para la vida?
– Es que el boxeo es una alegoría total de la vida en cada fase: el aguantar, seguir haciéndolo bien, no desconcentrarte, caer y levantarte…