Joaquim Bosch: "La Justicia persigue en bicicleta, la corrupción huye en Mercedes"

El conocido juez, ex portavoz del colectivo Jueces para la Democracia y habitual en los medios de comunicación, estará este jueves en León y el viernes en Ponferrada para presentar su último libro, ‘La patria en la cartera’, en el que analiza la corrupción en España a lo largo de los tiempos

Fulgencio Fernández
09/06/2022
 Actualizado a 09/06/2022
El juez y jurista Joaquim Bosch estará este jueves en León y el viernes en Ponferrada.
El juez y jurista Joaquim Bosch estará este jueves en León y el viernes en Ponferrada.
Es una de las caras más conocidas de la judicatura pues se asoma con frecuencia a la ventana de nuestras casas desde la ventana de las televisiones, que parecen haber descubierto en Joaquim Bosch a alguien que además de hacer asequible y entendible un lenguaje tan encriptado como el jurídico también se moja en sus opiniones. Además de ello, y ejercer como juez, es autor de varios libros de evidente repercusión, con el último de ellos —'La patria en la cartera’— debajo del brazo llega a tierras leonesas donde hoy lo presenta en León (a las 19.30 en la sala Región Leonesa del ILC) y mañana viernes en Ponferrada (19.30 horas en el Patio de la Higuera del Museo del Bierzo).

– ¿Conoce León?
– Menos de lo que me gustaría. En León ciudad sí he estado alguna vez, con amigos, pero en Ponferrada no, voy a conocerla con esta presentación y tengo que decir que me ha sorprendido el calor y el interés con el que me esperan. Me hace ilusión esta doble cita leonesa.

– Ya que vamos a hablar de su libro habría que explicar el título del mismo, que ya da alguna idea: ‘La patria en la cartera’.
–  Es una constante en nuestro país, no sólo entre los actuales gobernantes corruptos ya viene de atrás, que en sus discursos y defensas hagan constantes apelaciones a su sentido patriótico mientras desvían fondos públicos hacia su cartera. Esto durante el franquismo alcanzó su máximo grado.  

– ¿Qué le llevó a escribir un libro sobre la historia de la corrupción en España?
– De un lado el constatar que no existía una monografía sobre la corrupción en España, especialmente en el franquismo, que fue terrible; pero también el hecho de leer, por mi trabajo, multitud de sentencias sobre la corrupción. Se podría decir que recojo pocas opiniones y muchas sentencias.

– Llevamos dos preguntas y en las dos me habla del franquismo, para mal ¿Fue la etapa más negra de la corrupción en España?
– Sin duda.

– ¿Y aquello de que a Franco no le interesaba el dinero, que era un hombre de costumbres austeras que tanto nos repitieron?
– Pura propaganda de todas las dictaduras, no se sostiene ni medio minuto, todo lo contrario. Fueron décadas de prácticas corruptas, no solo del dictador y su familia;Franco era un corrupto en una dictadura inmersa en la corrupción, entendió que la corrupción era un instrumento esencial para tener satisfechas a las familias del régimen, los intereses económicos unen más que los ideológicos, por eso ignoraba las denuncias de corrupción que le llegaban.

–En el libro recupera casos escandalosos, como que el propio Franco se apropió de una ayuda de toneladas de café que nos envió Brasil para venderlo en beneficio propio.
– Cierto. Sólo es un ejemplo, el del Pazo de Meirás es otro muy significativo. Pero no solo él, no olvidemos que los primeros cargos de la democracia, en la transición, venían del franquismo. Las redes clientelares del franquismo se convirtieron, muchas veces, en redes clientelares de la democracia.  

– Hemos ido muy rápido pues su libro analiza la corrupción en España desde hace varios siglos.
– Cierto, desde la Edad Media.

– ¿Acude a los pícaros?
– No, para nada, nada que ver. Nuestros pícaros, tipo Lazarillo, no tienen nada que ver con la corrupción. Ellos eran personajes marginales, sin recursos habitualmente que se buscaban la vida. Los corruptos son otra cosa, personajes públicos que aparentemente sirven al pueblo pero realmente se sirven de él ¿Ves la figura del pícaro en Roldán o Urdangarín? No, nada que ver.

– Parecería lógico pensar que con la Democracia desaparecería la corrupción o, cuando menos, no sería tan grave.
- En la Transición se «concedieron» algunos silencios, así no se investigaron los crímenes del franquismo y tampoco se persiguió la corrupción de la dictadura, decidieron ignorarla porque seguramente era muy complicado buscar a la vez pactos e investigar a muchos de los que los debían firmar. De los 50 ministros y altos cargos al morir Franco, la mitad continuaron en política y el resto pasó a los Consejos de Administración de las grandes empresas, donde seguían casi 20 años después de su muerte, ya en los noventa.

– Usted habla del electorado corrupto, ¿a qué se refiere?
– Vaya por delante algo, la inmensa mayoría de la gente es honesta y la de los políticos no es corrupta. Cuando digo lo del electorado corrupto es que no se castiga la corrupción, hay condenados gobernando, en Castilla y León tenemos casos como el de Méndez Pozo o José María Peña, pero hay muchos más.

– ¿Cómo se puede entender que la Justicia vaya tan lenta en la lucha contra la corrupción?
–  Yo suelo acudir a una expresión muy gráfica, en la que la Justicia persigue en bicicleta y la corrupción escapa en un Mercedes de alta gama.

Mal nos lo pinta. 
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