Joaco o si puedes ser un ciclista cojo... lo puedes todo

OBITUARIO | Fallece a los 76 años quien fuera el referente del ciclismo en León durante seis décadas, desde corredor a director

Fulgencio Fernández
30/09/2019
 Actualizado a 30/09/2019
Joaquín Fernández recibió el año pasado un homenaje. | MAURICIO PEÑA
Joaquín Fernández recibió el año pasado un homenaje. | MAURICIO PEÑA
Muchas veces no hay nada más injusto que un palmarés o unos números. Sobre todo con las más grandes en lo humano pues los números nada dicen de la grandeza.

Los números poco dicen de Joaquín Fernández, para todos Joaco y para el ciclismo el gran referente en esta tierra durante las seis últimas décadas.

Dicen mucho más las vivencias, las reflexiones, las estampas... por ejemplo, y en primera persona, vas a ver de cerca a ese tipo enorme en todo que es Miguel Indurain, se baja del coche, tímido, sonríe y nos deja a todos plantados. Había visto a Joaco y fue a abrazarlo, después regresó y ya habló con todos, firmó y lo que le pidieran, pero primero Joaco. Ocuando la vuelta transita cerca Perico Delgado se acuerda de Joaco... Y Lale Cubino. Y el ciclismo.

Lo fue todo en el ciclismo, de corredor a director, de mecánico a chófer, pero sobre todo fue un paisano Otro ejemplo. Joaco sabía que se iba, y no torció el gesto. «Lo que empieza,acaba», razonaba y fue dando a sus amigos el último abrazo, para que le recordaron como el tipo enorme y cercano que fue. Cuenta su amigo de tantas batallas Miguel Ángel Iglesias que hacía un curioso recuento de su vida: "Logré todo lo que quería en lo que es mi vida, que es el ciclismo, menos dinero pero nunca aspiré a ser rico».

Y lo grande de Joaco es que quien le conoce sabe que es verdad.

Por ejemplo, el más increíble me parece a mí. Joaco empezó de niño en el ciclismo, con 16 años, no era malo. Corrió por Galicia, en León y un día, en una etapa de la Vuelta a Zamora un coche le llevó por delante: «Me rompió la cadera por cinco sitios y me dejó cojo como estoy ahora».

Pero nunca se le olvidaba completar la frase con una explicación final que explica mejor que nada a Joaco: «Pero no me retiré, seguí corriendo».

Y cuando escuchas hablar a un ciclista cojo sabes que estás ante alguien que puede con todo, como Joaco pudo, aunque hoy tristemente habría que añadir que «menos con la muerte», aunque morir como lo hizo él no se si no será solo un adiós para quien siempre estará vivo pues cada vez que en Leónse diga ciclismo será inevitable que se hable de Joaco.

Hablando de contar, qué emoción producía escucharle cuando llegaba hasta la redacción de La Crónica —a hacer algún favor— y abría la caja de tantos recuerdos, de ciclista, del accidente, de director de modestos —su querencia natural—, de fundador del histórico Adam’s... de paisano.

De ciclista cojo, de hombre bueno incluso en este mundotan complejo, de leonés imposible de definir a base de números, sólo de recuerdos.
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