Jesús Alcolea: "No hay rojos más rojos que los grises del Guernica"

‘La grandeza de lo diminuto’ es el título de la singular exposición que el artista madrileño presenta en la galería Alemi, cuadros realizados por grandes artistas y un sentido homenaje a los iconos de la música popular

Vicente García
10/02/2022
 Actualizado a 10/02/2022
El artista Jesús Alcolea posa ante su personal representación del Guernica de Picasso. | VICENTE GARCÍA
El artista Jesús Alcolea posa ante su personal representación del Guernica de Picasso. | VICENTE GARCÍA
No hace mucho tiempo el gran escultor leonés Amancio González realizó un homenaje al excelente pintor de nuestra ciudad, maestro de artistas, Vargas, componiendo obras de arte con minúsculos trozos de hierro. Del mismo modo Jesús Alcolea presenta obras artísticas que son el referente cultural del mundo occidental como el grito de Munch, la Última Cena de Leonardo da Vinci, la creación de Adán, de Miguel Ángel, Guernica de Picasso, Frida Kahlo, Klimt, y para crearlas ha utilizado pequeñas figuras de seres humanos, al estilo del leonés Emiliano Ramos o de Genovés. Sin embargo, Jesús Alcolea utiliza estos personajes a miles para crear a partir de ellos esas obras de arte referentes de la Humanidad.

Pero, ¿cómo llegó a esta idea?. Nos cuenta que por casualidad, pintando una calle sobre un lienzo blanco colocó una farola que parecía flotar en el espacio, hasta que le colocó la sombra y él lo comenta así: «Siempre me ha gustado mucho reflejar lo que sea con lo humano y los diminutos salieron por casualidad a partir de la sombra de una farola, cuando se la puse la situé. A partir de ese momento me di cuenta de que por las sombras encontraba el relieve y de este modo empezó todo». A partir de este descubrimiento realizó varios proyectos, los primeros eran series de tema social y uno de los últimos es el de los músicos y la música, que también se puede contemplar en la galería Alemi. Arte en miniaturaLos seres diminutos que pueblan sus cuadros son muy importantes, como explica su autor: «Son la representación de toda la Humanidad, es también un llamamiento a que la unión hace la fuerza, por eso no son todos del mismo color sino que están todos mezclados». La verdad es que son cuadros de doble visión, cuando los miras acercándote a ellos ves personas en movimiento unas más juntas que otras, ves personas realizando sus actividades cotidianas y en el momento que te alejas vas viendo otra cosa, el cuadro que representan, que en el inicio de la exposición son las obras de arte citadas y en la sala interior son maestros de la música.

Para trabajar estos cuadros el autor busca su idea y va situando sus personitas, aunque a veces no resulta como lo había imaginado, y dice: «Le doy mil vueltas, de hecho, he pintado un cuadro y cuando voy a la mitad he dicho no, porque no reflejo la idea que deseaba transmitir».

Hacer que todo cuadre, que coincidan todos sus personajes, las sombras, los colores es una ardua tarea que lleva mucho tiempo. Cuenta que prepara el diseño de su cuadro y luego va pintando los diminutos, primero las piernas, luego los cuerpos de colores, más tarde las cabezas y por último las sombras, de las cuales dice: «Tengo que contar siempre con la longitud de las sombras y sobre todo que sea posible ver el conjunto como una unidad comprensible». En ello estriba el ver el cuadro conseguido.

Para hacer tantos personajes y tan pequeños le gusta ver grupos de personas como explica: «Me gusta inspirarme viendo fotografías de manifestaciones donde se distinguen las distintas actitudes de la gente interactuando para colocarlas en mis cuadros, padres que van con los niños, gente sacando fotografías… quiero que mis cuadros sean el fiel reflejo de la realidad».

Jesús Alcolea utiliza la tabla como soporte sobre la que coloca una base de alabastro y sus personajes están realizados con pintura acrílica. Con respecto a sus obras los fondos de cada una de ellas representa un sentimiento fijado en el color. Por ejemplo ante el Guernica de Picasso dice: «No hay rojos más rojos que los grises del Guernica, que es un grito de la Humanidad entera diciendo No a la Guerra», es un cuadro con fondo gris.

Sobre uno de los clásicos de Miguel Ángel dice: «La creación de Adán es la creación de la Humanidad, yo hago una interpretación personal de esta obra y le doy otro aire, hay cielo y tierra, el dios viene del cielo y yo he intentado darle un halo de velocidad y de viento en sus cabellos y por ello tienen ese efecto».

Son obras en las que ha invertido mucho tiempo y que se presentan como novedad en la galería Alemi.

Como anticipo a la sala interior se puede contemplar una pieza de Camarón de la Isla realizada también por medio de diminutos sobre fondo blanco. Una vez dentro de la sala se pueden ver dos proyectos diferentes, por un lado los iconos de la música y por otro un bajorrelieve dedicado al cante, con Paco de Lucía y su guitarra. Esta pieza es parte de un grupo dedicado a guitarras de diferentes estilos, de la cual solamente ha venido a Alemi esta pieza.

Iconos de la música

En la sala dedicada a los iconos de la música destaca el especial cuadro de David Bowie, los de Montserrat Caballé con unos ojos muy bien logrados que muestran la sensibilidad de la artista, Lola Flores, Freddie Mercury, Paul Mc Cartney, Mickel Jackson, Paco de Lucía, cuadros todos ellos muy bien conseguidos y que forman parte de un proyecto anterior del autor, una de cuyas obras pintó en directo en el Museo Cromática de Toledo.

Una obra que trata de mostrar que la unión de los seres humanos puede producir grandes obras cuando se juntan como Jesús Alcolea los ha juntado de un modo tan sencillo y a la vez tan complejo que da como resultado unos cuadros en los que la Humanidad es la base y el alma del arte y de la música.

La exposición en la galería Alemi estará hasta el próximo 24 de febrero.
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