Javier Rueda: "Hay que pintar lo que el corazón te manda"

En las paredes de la parte baja del Palacio de Don Gutierre cuelga hasta el día 21 de febrero la exposición ‘Pintura y poesía’ de Javier Rueda, un pintor leonés que ha desarrollado su trabajo fuera de León, aunque siempre ha tenido presente su tierra, en sus poemas, en sus paisajes y en su propia vida. Presenta una serie de óleos de pequeño formato que muestran distintos paisajes de diferentes lugares con los que ha estado en contacto de uno u otro modo, así como cuatro dibujos al carboncillo.

Entre los años 60 y 70 participó en muchos concursos de la Diputación de León en distintos lugares de la provincia, sobre todo en los Picos de Europa realizando cuadros excelentes de aquellos paisajes. Como él mismo nos cuenta: «He ido muchas veces hace tiempo a los Picos de Europa, sobre todo en los certámenes de la Diputación y algún cuadro de aquellos se quedó en la institución provincial. Fueron los años de mi adolescencia pictórica». Y de esa su formación ha llegado a estas obras que cuelgan de las paredes del Palacio de Don Gutierre. Y también reconoce que León está siempre presente en lo que hace y que él está pendiente de la vida artística leonesa como bien dice: «Aunque en el año 65 me fui a Madrid y he vivido toda mi vida en Madrid y los últimos años han sido en Alicante, yo a León vengo con mucha frecuencia. Siempre he estado pendiente de las exposiciones que se hacen aquí y he expuesto mucho en esta ciudad».

Javier Rueda confiesa que se ha dedicado siempre a la pintura, y en algún momento pensó que en lugar de pintar podía escribir, y así lo hizo, ya que tanto la pintura como la escritura de Rueda tienen un elevado componente poético, una poesía pictórica intimista, puesto que refleja fielmente con el texto lo que el autor plasma en sus cuadros. ‘Desde mi terraza’ o ‘Mi huerto en marzo’ son poemas y pinturas que van describiendo lo que el artista ve en un momento determinado en ese lugar que cita. Javier Rueda dice: «Lo que yo pinto es muy poético y uno la pintura con la poesía y las dos artes se conjugan no solamente por los colores sino por la forma de hacer, de sentir y de expresar. Tanto el pintor como el poeta cuentan las emociones del corazón. Hay que pintar lo que el corazón te manda».

Explica el autor que los cuadros de esta exposición los pintó para esta sala y son cuadros de un tamaño más bien reducido, porque se lo pide el espacio en el que se encuentran expuestos.

Presenta los temas de la vida, según sus palabras, «donde nos lleva y donde nos movemos». Y si la vida le lleva a lejanos lugares, como a Levante, él pinta su ventana, su huerto y los pueblos levantinos, también los de Córdoba, Castilla, Granada, lugares diferentes en los que ha encontrado algo que decir, sencillo y delicado, con el color de la tierra, de los árboles, de las casas y de todo aquello que quiere manifestar de un modo poético, que como su poesía tiene ese color que le dan las palabras en las que señala todo lo que muestran sus paisajes.

Pinta del natural, pero también toma apuntes y fotografías, pero además en su pintura deja volar la imaginación que va donde lo dictan esas emociones que le mueven. A veces un cuadro sale también de una fotografía, y pone el ejemplo de su cuadro sobre Córdoba que representa una visión muy libre de lo que había en esa imagen, por eso el cuadro lo considera como una joyita.
La exposición de Javier Rueda podrá contemplarse en el Palacio de Don Gutierre hasta el día 21 de febrero.