Javier Colina: "El jazz es el lenguaje que tenemos"

No es la primera vez que viaja al Bierzo con su contrabajo. Javier Colina recuerda paradas anteriores, hace dos años, acompañando a Jordi González o a Santiago Auserón y le dejó bueno sabor de boca, nunca mejor dicho, ese viaje «sobre todo por sus productos».

La cocina marcó a un músico que también dejó su huella en la comarca que ahora espera volverle a ver en un espectáculo poco habitual, con la improvisación como herramienta y dando la mano a otro músico local, en este caso Gio Yáñez, un virtuoso del jazz y profesor de música.

Y la expectativa que tiene Colina de este encuentro es, sobre todo, divertirse a cuatro manos «lo que más me gusta es que sea ‘de repente’. Aunque hay ensayos, el cara a cara es un reto», dice. Colina destaca por ubicarse en multitud de estilos «no en todos», subraya, pero navega en mares amplios y, entre todos «con los que me siento bien» destaca la música cubana, donde se ve encajar «es lo más cercano para mí, tal vez por el idioma, me quedaría con él».

Pero reconoce que el estilo con el que se identifica depende de su momento «depende de cómo esté yo». Hoy está trabajando «muy vivo» dice porque, a estas alturas de su carrera «uno no sabe hacer otra cosa más que tocar».Y en lo que está trabajando tiene que ver con publicar un disco al lado de Albert Sanz y la segunda parte del CMS Trío -Colina Miraltes Sambeat Trío-.

‘De repente’ es el formato que compartirá sobre el escenario en un encuentro con Gio Yáñez en el teatro Villafranquino el día 14 a las 20:30 horas. Es un concierto inédito hasta el momento en el marco del Ciclo Binomios, organizado por la agrupación Bierzo Vivo.

Un binomio que contará, además, con la colaboración de una de las jóvenes promesas del jazz berciano, el ponferradino Miguel García, que reside en Madrid donde continua con su formación en la Facultad de Música y Artes escénicas de la UAX con maestros como Georvis Pico y Juanma Barroso.

En ese encuentro, Colina adelanta que se escuchará «jazz estándar» porque «es el lenguaje que tenemos» y que les une, aunque nunca hayan compartido escenario.

A ello le darán forma en temas clásicos y nuevos, con una dosis de improvisación que no sabe qué les deparará pero que, advierte «seguro que tendrá mucha energía».Reconoce que hoy el jazz es una materia de difícil adopción «no es fácil vender el proyecto», aseguró, pero, una vez que lo haces, el público lo sigue «cuando te pones a tocar están encantados. Lo difícil es conseguir que vayan a verte si no te conocen».