En el minuto 90, aquello de que ‘las meigas, haberlas haylas’ bien podía empezar a aplicarse a las visitas de la Cultural al Izarra. Camino de su séptimo encuentro en Merkatondoa sin ganar ni ser capaz de marcar gol iban los leoneses, pero es que en esta ocasión era prácticamente imposible haber tenido más ocasiones clamorosas para llevarse los tres puntos.Un penalti fallado al estrellarlo en el palo, un mano a mano que evitaba el larguero, dos oportunidades a portería vacía que los atacantes echaban fuera, otra jugada solos ante el portero en la que pedían penalti por considerar que un defensor la sacaba con la mano... De todo, salvo afinar la puntería y meterla, había hecho la Cultural, que parecía que iba a ver frenada su racha victoriosa y a tener que conformarse con un punto que sabía a muy poco.
Y sin embargo en el descuento, en el minuto 92, cuando las esperanzas apenas existían ya, llegó el ansiado y merecido tanto. Fue en uno de los pocos errores que cometió la zaga navarra, el cual pagaron muy caro. Porque el fallo en el despeje permitió encarar dentro del área a Kawaya, que estaba siendo una pesadilla para la zaga desde su salida en la segunda mitad, y que se fue de su defensor y levantó la cabeza para poner un pase perfecto hacia la llegada en el segundo palo de Sergio Benito, que a bocajarro no fallaba y superaba a Álex Ruiz.
El primer remate de Benito solo en el segundo palo se fue arriba, pero el segundo entró y supuso el triunfo El madrileño volvía a ejercer de revulsivo desde el banquillo, daba puntos como en Irún con su tanto a la Cultural y rompía el gafe de Merkatondoa colocando a su equipo como colíder del Grupo II al sumar su cuarta victoria de forma consecutiva (0-1).
Agónico triunfo que llevaba al éxtasis a la afición culturalista y hacía justicia a los méritos de unos y otros. Final feliz para un partido en el que los de Aira habían sabido adaptarse al escenario, de reducidas dimensiones y césped artificial, con la sorpresa en el once de Montes en sustitución de Sergio Marcos como una de las maneras de hacerlo.
Con ese conservador doble pivote y con un juego algo más directo de lo habitual salió la Cultural, que tuvo ya en la primera mitad una ocasión clara y una acción polémica. Primero al cuarto de hora, tras hacerse un lío entre el central Guti y el meta Álex Ruiz, un pase de Gudiño permitía a Pichín rematar solo dentro del área y a portería vacía, pero el extremo (que desbordó una y otra vez por banda y al que sólo le faltó meter sus oportunidades) la mandaba desviada. Y después era el propio argentino quien encaraba al meta, llegando un defensa para cortar su disparo aparentemente con el brazo, en una posible pena máxima muy protestada por los jugadores culturalistas y que no señaló el árbitro.
Sólo en el tramo final de esa primera parte apretó el Izarra, aunque sin llegar a crear peligro más allá de un córner que tras cabecear en el segundo palo dejaba el balón en el área pequeña a Sagüer, que cayéndose remataba muy flojo y a las manos de Leandro.
Pichín, que desbordó una y otra vez por banda, estrelló en la madera un centro de Dioni y erró otra clara ocasión Con el partido controlado, pero con el miedo a que pasara algo en alguna acción a balón parado, las cuales eran habituales en un escenario donde se cuelgan en el área hasta en los saques de banda. Así transcurrían los minutos para una Cultural que, finalmente, como acabó haciendo daño fue a la contra.
A poco que el Izarra se fuera arriba y desajustara una defensa que parecía inabordable cuando estaba bien armada, los de Aira lo castigaban, más aún cuando el desgaste iba pasando factura.
Roberto Carlos, debutante como Montes en el once, forzó el penalti que Dioni falló al mandar al palo Así, en apenas un cuarto de hora durante el ecuador del segundo acto, la escuadra culturalista rozaría hasta tres veces el gol. Primero en una rápida transición que acababa con Dioni pisando área y poniendo un buen centro al segundo palo, donde Pichín le ganaba la partida a su par y disparaba de primeras pero veía cómo el balón se estrellaba en el larguero. Después, la más clara, en el penalti, que no admitió lugar a dudas tras derribar por detrás un defensor al debutante como titular Roberto Carlos, que se había incorporado al ataque, pero que Dioni malograba al golpear con fuerza pero directo al palo. Y por último, en un centro desde la banda de Pichín que Benito llegaba para rematar libre de marca y con el portero superado en el segundo palo, pero que se iba arriba.
El Izarra sólo generó peligro a balón parado a una Cultural que suma su cuarto triunfo seguido y que ya es colíder Todo hacía indicar que la Cultural había desaprovechado su oportunidad. De hecho, como si todas esas claras llegadas empezaran a rondar por las cabezas de los jugadores, el Izarra empezó a inquietar a Leandro, que tuvo que sacar una volea en posición clara pero que le salió demasiado centrada a Areso, y que atajó bien un disparo envenenado desde la frontal del área de Toni García.
Y entonces, en el peor momento, en el que empezaba a priorizarse no perder el punto que tenían en la buchaca tras no ser capaz de ganar los otros dos, llegó el gol. Aparecieron Kawaya y Benito y alargaron el dulce momento leonés. Cuartos por cuestión de golaveraje, pero empatados a puntos con el primero. Así queda una Cultural que el próximo domingo, frente a un Leioa situado en descenso, buscará el ‘15 de 15’.