Ir de putas, la verdad que no es del putero

Prostitutas leonesas y otras de Cataluña son protagonistas de la exposición que la nada convencional Nuria Güell presenta en el Musac en ‘Patria y patriarcado’. Eligió a estas mujeres porque "su mensaje es absolutamente subversivo"

Fulgencio Fernández
17/06/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Nuria Güell. |  LEVI ORTA
Nuria Güell. | LEVI ORTA
La gerundense Nuria Güelles una artista nada convencional, hasta el punto de que también cuestiona el propio concepto deartista: «No me interesa la obra de arte como objeto», a lo que añade que busca «desafiar las convenciones consensuadas» y recuerda cómo siendo alumna de la carrera de Bellas Artes no se sintió nada cómoda en su primera exposición y «entendí el compromiso y la responsabilidad de tener una voz pública». Ahí arrancó otra vida.

Una carrera ¿artística? jalonada de hechos nada convencionales. Así al productor de su obra Afrodita le pidió que le pagara las cuotas de la Seguridad Social necesarias para poder coger la baja de maternidad; en Medellín logró que contrataran como guías de su exposición sobre turismo sexual a menores de edad que habían sido explotados sexualmente y, seguramente, el pasaje más conocido y sorprendente de su biografíasea su boda con el cubano Yordanis, en 2009, en La Habana. «No era un matrimonio convencional, ni por amor, era un compromiso adquirido en su proyecto artístico Ayuda humanitaria (2009-2013), en el que «prometí casarme con el autor de la carta de amor más bella» y fue Yordanis, que ahora vive en Alemania. Cinco años duró su matrimonio, en el que no convivió con él . «La carta la eligieron dos prostitutas».

Se podría añadir al perfil de esta mujer que ahora desembarca en el Musac que ha pedido al ministerio la condiciónde apátrida.

Ella es la creadora de Patria y patriarcado, el proyecto que ahora muestra en una de las nuevas exposiciones del Musac, y que acoge seis obras entre las que llama la atención la última de ellas, de este año, ‘De putas. Un ensayo sobre la masculinidad’, en el que entrevista a prostitutas de León y Girona en el que cuestiona la masculinidad hegemónica a través de sus verdaderas conocedoras.«Con ellas los hombres se sienten resguardados de la mirada pública y se comportan tal y como son». Y así en los testimonios encontramos que los poderosos son los que les piden «que los humillen, hasta llegar a pedir que les meen y caguen encima»; mientras que los explotados de la sociedad les suelen pedir que «les dejen dominarlas y buscan que ella les diga que el suyo ha sido el mejor polvo entre miles».

Todo un mundo que hasta el mes de octubre vive en el Musac.
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