Inyecciones y aspirinas entre clase y clase

Los profesores se preparan para adaptarse al cambio de normativa que les obliga a administrar medicinas a sus alumnos mientras dure la jornada académica

V.S. Vélez
15/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Los profesores darán las medicinas a los alumnos en horario lectivo. | DANIEL MARTÍN
Los profesores darán las medicinas a los alumnos en horario lectivo. | DANIEL MARTÍN
Un cambio de normativa que, previsiblemente, entrará en vigor a partir de septiembre hará que los profesores leoneses tengan que vestirse de vez en cuando de médicos y ser responsables de administrar los fármacos que necesiten sus alumnos. La orden por la que se regulan las necesidades sanitarias del alumnado escolarizado en centros públicos de la comunidad refleja en su artículo duodécimo que será el propio personal el encargado de dar la medicación correspondiente al niño o niña.

Los padres deberán presentar una «solicitud escrita» para que los docentes administren los medicamentos y que deberá ser acompañada obligatoriamente por un informe médico «actualizado» en el que conste los fármacos que el alumno deberá consumir, el número de dosis necesarias y la duración del tratamiento. Además, el texto que debería entrar en vigor para el próximo curso especifica que serán los padres los encargados de adquirir las medicinas para el centro y también que deberán reponerlas cuando se terminen.

Los docentes leoneses son partidarios de la figura del enfermero escolar, quien se encargaría de la medicaciónAnte estos cambios, el profesorado ha mostrado sus dudas y plantean como alternativa que «lo ideal» es asumir la figura del enfermero escolar que se encargaría de todo lo a la que a la salud del alumnado se refiere. Una idea que para hacerla viable el enfermo tendría que atender al mismo tiempo a varios centros educativos y combinar la tarea puramente sanitaria con otras complementarias de tipo formativo con talleres de primeros auxilios o educación sexual.

Competencias complementarias para los enfermeros escolares que la Junta de Castilla y León habría visto con buenos ojos tras una reunión mantenida con los sindicatos, pero que quedan en interrogante ante la «incertidumbre política». Por ello, en estos meses se están realizando cursos y charlas de formación a profesores para que cuenten con nociones básicas para su nuevo cometido a partir de septiembre.

Formación a "cuentagotas"

No obstante, está formación «está siendo con cuentagotas» tal y como denuncian sindicatos como UGT. «Los profesores no somos sanitarios y no tenemos por qué serlo. No queremos entrar en competencias que no son nuestras», exponen al respecto.

Muchos profesores tienen reticencias precisamente por esa falta de conocimiento que puede provocar negligencias. Unas dudas que desde la administración han intentado frenar con el amparo legal que tendrían los docentes. «Aunque penalmente no nos pase nada, la carga si hacemos algo mal nos la llevamos para casa ¿Y si pasa algo al niño? Los profesores no tenemos que tener esa presión añadida», indican fuentes sindicales.

Los padres deberán nutrir al centro con los fármacos necesarios y explicarán todo lo relativo al tratamientoUn planteamiento que refuerzan con argumentos como que en los propios hospitales solo los médicos y enfermeros pueden administrar medicación, quedando restringido a celadores o al resto de personal que sí tienen formación sanitaria, o las cada vez mayores atenciones a las alergias alimentarias en los comedores escolares. «Falta que nos den un destornillador y tengamos que arreglar lo que se estropea», apuntan desde el apartado de enseñanza de UGT.

Una acumulación de funciones que ejemplifican con un caso sucedido en un centro escolar de Astorga. Según apuntan las fuentes consultadas, la madre de una niña de tres años tenía que acudir tres veces a lo largo de la mañana al colegio para dar una medicina a su hija. Algo que, tal y como exponen los docentes de este sindicato, «un profesor no puede atender porque ya tiene un número muy elevado de alumnos».

La legislación que plantea la Junta también contempla que el centro deberá contar con los protocolos y medios necesarios para la administración y conservación de los medicamentos. Por ello, los colegios deberán adquirir neveras para guardar los fármacos y habilitar todo lo que sea necesario para la atención clínica de su alumnado.
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