Investigan el apuñalamiento mortal de un toro y una vaca en Puebla de Lillo

El propietario ha presentado denuncia en el Juzgado de Cistierna y la Guardia Civil está tomando declaración a personas de la zona

Alfonso Martínez
23/11/2022
 Actualizado a 23/11/2022
Aunque al principio se sospechó que los animales habían muerto por disparos, posteriormente se confirmó que habían sido apuñalados. | L.N.C.
Aunque al principio se sospechó que los animales habían muerto por disparos, posteriormente se confirmó que habían sido apuñalados. | L.N.C.
La Guardia Civil investiga la muerte de dos animales en la localidad de Puebla de Lillo. Así lo han confirmado a este periódico fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, que indican además que el propietario ha presentado la correspondiente denuncia en el Juzgado de Cistierna y que los agentes del cuerpo benemérito están tomando declaración a varias personas de la zona con el objetivo de tratar de esclarecer los hechos y posteriormente dar traslado de las diligencias.

Aunque inicialmente se pensó que habían muerto por disparos, finalmente se confirmó que se trata del apuñalamiento de una vaca y un toro que tuvo lugar durante la madrugada del pasado 12 de noviembre. El toro habría sido hallado sin vida por su propietario, mientras que la vaca estaba gravemente herida. "Llevamos todo el verano con actos vandálicos como las pacas y bolas de hierba rajadas en los prados y ahora le han rajado las tripas a dos animales. No es poco, porque encima la vaca estuvo sufriendo casi 24 horas hasta que murió", comenta el ganadero.

El Ayuntamiento de Puebla de Lillo, a instancias del grupo municipal del PP, ha convocado una sesión plenaria de carácter extraordinario este viernes a mediodía. El único punto incluido en el orden del día establece el debate de una propuesta de "repulsa" e "investigación" de los hechos en la medida de lo posible por parte del Ayuntamiento. El portavoz municipal de los populares, Jesús Fernández Llanos, explica que se trata de unos hechos "condenables", ya que se trata del maltrato de unos animales que "no tienen culpa" de las rencillas que pueda haber entre los ganaderos o vecinos de Puebla de Lillo.

El ganado estaba en una finca situada un kilómetro y medio al norte de la salida de la localidad, a orillas de la conocida como ‘recta del Silván’, que toma su nombre del río que discurre de forma paralela en este tramo de la carretera que va a San Isidro. Es por eso que se habrían revisado las cámaras de seguridad instaladas en la gasolinera que se encuentra en las inmediaciones del polígono industrial y del cuartel de la Guardia Civil de Puebla de Lillo, también a las afueras de la localidad, por si se pudiera extraer alguna conclusión a raíz de los coches que circularon por la zona el día en que se produjeron los hechos.
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