Investigadores de la ULE descubren el aspecto original de la desaparecida puerta románica de Carracedo

María Concepción Cosmen y José Alberto Morais desvelan el importante vínculo del monasterio con la escultura de la abadía francesa de Saint-Dennis con análisis de vestigios, datación y rastreo de fuentes documentales

D.M.
03/02/2021
 Actualizado a 03/02/2021
María Concepción Cosmen y José Alberto Morais.
María Concepción Cosmen y José Alberto Morais.
Un estudio de los restos románicos, análisis, datación y rastreo de fuentes documentales conservados de la desaparecida puerta norte de la iglesia del monasterio de Santa María de Carracedo ha permitido la reconstrucción de lo que fue dicha portada románica, ahora  destruida.

Se trata de un trabajo desarrollado por los investigadores María Concepción Cosmen y José Alberto Moráis, del Instituto de Estudios Medievales de la Universidad de León que ya ha sido publicado en el Anuario de Estudios Medievales.

Según explica José Alberto Moráis "la escultura de Carracedo, de esa portada perdida es de mucha calidad dentro del románico español”, y su estudio ha permitido relacionar las obras con el foco artístico de Astorga, que tiene antecedentes directos en la escultura de la abadía francesa de Saint-Denis.

Tal y como ha dado a conocer la Universidad de León, la investigación parte "de los orígenes del monasterio, lugar en el que se han conservado los vestigios que han sido objeto del estudio. Las efigies, que representan a un monarca coronado y a un clérigo con mitra, parecen hacer referencia a dos de los patrocinadores del cenobio y ejemplifican la imagen de los poderes regio y eclesiástico que lo ampararon”, apuntan sus autores.

Han podido averiguar que la puerta "albergó soluciones técnicas e iconográficas desconocidas en los territorios del noreste hispano entre los años 1150 y 1160, incomprensibles sin la comparecencia del patronazgo de la Corte de León y las relaciones políticas y artísticas con la Île de France, es ahí donde reside su notabilidad”.

Con el trabajo de Cosmen y Morais se puede saber que la portada contó con tres arquivoltas abocinadas sobre seis capiteles, tres a cada lado, y que hoy forman parte del conjunto empotrado en el muro neoclásico. La fachada tuvo seis columnas acodilladas, dos de ellas con las efigies del rey y del abad, que alcanzan 1’78 metros de altura, indican. Se trata de las figuras de Alfonso VII, "que apoyó la obra que capitaneaba su hermana la infanta Sancha, señora del Infantado, con el Bierzo entre sus obligaciones"  y por el otro lado, "el prelado que llevó a cabo el cambio, el abad Florencio"”.

El artículo describe detalladamente  los capiteles de las columnas, con iconografías novedosas dentro del arte del Reino de León durante el siglo XII que representa el pecado de la avaricia, relieves florales, un felino que ataca a un personaje que yace por tierra, mientras otra figura desenvaina su espada,  dos cuadrúpedos con cabeza humana, otro cuadrúpedo rodeado de elementos vegetales, y la Epifanía, con los tres Reyes Magos, la Virgen y el Niño.

La investigación analiza y data las esculturas, las ubica en el templo y reflexiona sobre sus dimensiones simbólicas e iconográficas, al tiempo que demuestra el patrocinio de la Casa Real leonesa en esta obra casi perdida.

El trabajo, además de permitir la reconstrucción de esa puerta, revela la utilidad de los estudios de Historia del Arte, pues permite valorar vestigios escultóricos y arquitectónicos de templos como el de Carracedo.

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