25/11/2016
 Actualizado a 07/09/2019
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Esta semana vuelve a ser noticia la recuperación de un tramo de la muralla leonesa, y es que la intervención por parte del ayuntamiento para agilizar el derribo previo al colapso de dos inmuebles en la calle Conde Rebolledo, por un lado soluciona un grave problema de seguridad, y por otro da un paso más en la recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico de la ciudad, lo que por suerte se está convirtiendo en una muy buena costumbre.

El estado en que actualmente se encuentran las citadas casas que en la calle Conde Rebolledo, no solo no deja a la vista el tesoro que esconden, si no que representan uno de los puntos más degradados del casco histórico. Estas edificaciones son un ejemplo más de la costumbre leonesa, extendida en el siglo XVIII, de adosar construcciones a la muralla, usando esta como punto de apoyo. La calle Los Cubos, o Ruiz de Salazar, donde en su día llegó a derrumbarse parcialmente la muralla, son también muestra de la recuperación para la ciudad de este espacio público, declarado de Interés Histórico Artístico en 1931. Poco a poco y, en la mayor parte de los casos, a ritmo de expropiación, vamos dibujando en las calles la idea de ciudad que los ingenieros romanos quisieron implantar, una fortificación militar para asentar la paz en el noroeste peninsular, enclave económico vital de donde partían importantes cantidades del oro de las Medulas y que pagaban guerras lejanas.

Otro caballo de batalla, y que parece que duerme el sueño de los justos en algún cajón, es la recuperación de los Principia de la ciudad de León, los restos del que fuera cuartel de la Legio VII Gemina, y que se asientan entre la catedral y la plaza de San Pelayo. Actualmente sufren en una batalla administrativa y judicial, pero parece que la última palabra, de momento, es la de la no destrucción, manteniéndolos en los bajos de un futuro edificio. Cierto es que la solución ideal sería la puesta en valor haciéndolos visitables, pero no es menos cierto que se han de aunar los intereses de los legítimos propietarios con la economía municipal.

Con estos mimbres, entre otros que tampoco desmerecen, León acude esta semana a la Feria de Turismo de Interior, donde se debe situar dentro de las provincias punteras en este sector. Por un lado montaña y turismo rural, por otro lado una ciudad manejable rodeada por los cuatro costados de historia, de gastronomía o de semana santa, hacen que el esfuerzo económico por la conservación de nuestro patrimonio se vea también en el medio plazo.
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