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Intimidación

09/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Un nuevo y repugnante caso de violencia contra las mujeres ha encendido la indignación de aquellas personas que creen en una sociedad de convivencia, libertad e igualdad. Una nueva violación en grupo sucedida en Manresa en 2016 y que ahora salta a la actualidad por mor de, otra vez más, el problema de calificación jurídica de estos asuntos.

Resulta increíble la capacidad de cogérsela con papel de fumar que algunos juristas tienen sobre qué significa violencia o intimidación, y sorprendente la pereza de algunos legisladores para dejar de una puñetera vez bien claro qué conductas deben ser penalizadas en España y con qué sanción. Ahora resulta que si estuviéramos con el Código Penal del 73, en el que se hablaba explícitamente de las agresiones sexuales perpetradas contra mujeres previamente drogadas y privadas de conocimiento, algunos se atreven a sugerir que los problemas de interpretación legal no existirían. ¿Están sugiriendo que el código penal del 96 despenalizó esas conductas? ¿Qué nuestro actual ordenamiento no mantuvo como un delito de agresión drogar a una mujer y después agredirla sexualmente? No se lo creen ni ellos.

Como tampoco se creen que lo que en aquellas épocas preconstitucionales todo el mundo entendía como una situación intimidatoria para una mujer, resulta que ahora no lo es. Por lo visto nos quieren hacer comulgar con que si entonces una mujer contra dos o más hombres era una persona intimidada, ahora contra siete, ocho o diez, tiene que ser la Capitana Marvel.

Y como de intimidación va la cosa, al tiempo los hay que se dedican a intimidar a todas y todos. Y se inventan otros casos de manadas llenos de extranjeros, morazos y negrazos que propalan por las redes o a través de falsos medios digitales. Y nos demuestran que su interés no es el de que se haga justicia, como instrumento para vivir en sociedad en paz. Más bien se trata de que la intimidación llegue a todas partes, hasta que sea tan general que nadie, asustado e intimidado, se atreva a llamarles por su nombre: lobos.
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