Insert coin

Por Alejandro Cardenal

09/02/2022
 Actualizado a 09/02/2022
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Amo los videojuegos. De cualquier tipo y condición. Carreras, deportes, aventuras… poco me importa si cabe en una pantalla.

No puedo decir que lleve eso de matar marcianitos en la sangre por motivos evidentes. A mi padre y mi madre les pilló el auge de los videojuegos ya con el arroz bien pasado y más allá de alguna mirada de incomprensión a lo que pasaba en la pantalla cuando se asomaban a mi habitación, nunca tuvieron especial interés por el mundillo que mantenía a su hijo pegado al mando durante horas, pero lo que sentí el día que apareció una Master System en mi casa fue amor a primera vista.

Solo la literatura y los videojuegos son capaces de llevarte a tantos mundos sin moverte del sofá. He sido pirata, mafioso, superviviente de un apocalipsis zombi, fontanero italiano, erizo azul, e incluso, aunque me duela reconocerlo, suplente del Granada 74.

El caso es que conforme fui creciendo fui disfrutando más los retos. Lo de que los rivales te hicieran el pasillo al llegar no era lo mío, prefería sufrir, sudar. Masoquismo 3.0. Eso sí, la sensación de triunfo después de superar ese nivel que me había tenido atascado horas, de ganar ese partido que habías tenido que repetir tantas veces era indescriptible.

Creo que el éxito sabe mejor cuanto más se ha trabajado. Es la mejor forma de valorarlo. No quiero ganar en modo fácil. ¿Qué tiene de meritorio triunfar si te lo regalan?

En eso creo que la Deportiva también es de los míos, de los que tienen la manía de disfrutar sufriendo, de los que nunca rechazan un reto.

Si alguien pensaba que hacer historia y luchar por un ascenso era como jugar al FIFA con el Brasil del 70 en ‘modo amateur’ estaba muy equivocado. Con un presupuesto humilde y perdiendo varios buques insignia en cada mercado de fichajes, la Deportiva juega cada temporada en modo Leyenda. Y ahí nadie regala nada.

Y por supuesto, no todo son alegrías. Las derrotas ante el Tenerife y el Girona han escocido, pero después de un ‘Game Over’ siempre viene el ‘Insert Coin’. Toca echar otra monedita y seguir jugando, no hay nada perdido.
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