Inquietud sobre el futuro de la A-76 tras el cambio de Gobierno

La moción de censura y el relevo al frente de los diferentes ministerios han creado incertidumbre ante posibles cambios de rumbo tanto a nivel político como en los proyectos que empezaban a caminar con el anterior Gobierno.
Así, si en el Bierzo las primeras declaraciones de la nueva ministra de Transición Ecológica, poniendo en duda el futuro del carbón, han creado preocupación en un sector ya asediado por los cierres programados de las centrales térmicas; empresarios gallegos y de la comarca temen que los cambios en Fomento ralenticen los avances que se estaban consiguiendo en los últimos meses en relación a la A-76.

Así, según ha informado ‘La Región’, la patronal gallega ya ha trasladado a sus homólogos bercianos la necesidad de crear una comisión de seguimiento para tratar de reunirse con el ministerio y trasladar al Gobierno Nacional la importancia que tiene la infraestructura para el desarrollo de la zona.

Para los empresarios, la ampliación de los Corredores Atlántico y Mediterráneo, que había solicitado el Ministerio de Fomento, en su propuesta de revisión del Mecanismo Conectar Europa (CEF), es una oportunidad para el desarrollo de las comunicaciones en el noroeste que no se quiere dejar escapar, por lo que esperan que la moción de censura no dilate un proceso para el que se había destinado importantes cuantías económicas en los últimos presupuestos.

Y es que los últimos planes del ministerio encabezado por Gómez de la Serna habían variado por los problemas en el proceso de expropiaciones en el tramo gallego, por lo que se esperaba que a final de este mismo año empezasen las primeras obras en Requejo y no en Valdeorras, como se había estipulado.

Este tramo, que discurre hasta A Veiga,tiene un coste de ejecución de 223 millones de euros y es uno de los más complejos de la autovía, ya que requiere la construcción de diez viaductos y tres túneles.