No es fácil en estos momentos alabar la posición de algún político/a, toda vez que a pesar de la que esta cayendo y de las nubes que se avecinan, hay una cosa que no para, unas veces para mal y otras para menos mal. Me refiero, ¡como no!, a la política. Y como nos decían de pequeños cuando llegaba alguien inesperado y, generalmente, no deseado, «éramos pocos y parió la abuela». Aquí la tan denostada abuela podría de no minarse al conjunto de partidos políticos que conforman nuestra representación parlamentaria. Lo normal es que si uno dice negro los demás digan blanco, cada uno con más o menos intensidad de color, por aquello de distinguirse del resto y dejar su impronta aunque ello, en la mayoría de los casos, vaya en contra de los interese generales. Alguno dirán por dentro: aquí el mejor de los intereses es el mío, y al que dios se la dé, San Pedro se la bendiga, aunque sean poco creyentes. En un parlamento tan fragmentado como el tenemosen España, es casi imposibles contar con la llamada oposición, salvo cuando a cambio de ello, se logran prebendas o privilegios, (leyes privadas favorecedoras para los que dan sus votos al gobierno de turno), dejando a un lado, la mayoría de lasveces, eso que llamamos ‘ideología’. Por eso ahora,cuando para intentar aminorar o vencer al inédito mal de la Pandemia, que tantos miles de muertos ha originado en nuestra España, con especial incidencia entre los mayores, como si de una maldición se tratara por el hecho de alcanzar una mayor longevidad gracias a la investigación y a una sanidad volcada, han logrado colocarnos en un país que, después de Japón (creo no equivocarme), somos los que más esperanza de vida acumula. Por ello, algo tendrá el agua cuando la bendicen. Pues en esas estamos cuando un partido que, quizás por decisiones equivocadas de suanterior líder, se ha quedado como el «gallo de Morón casi sin plumas y sin cacarear», con una líder ( en estado de buena esperanza como le deseamos todos) que toma el toro por los cuernos, no es que hiciera falta porque ya, en su querida Cataluña española, lo demostró con una valentía digna de encomio en todas sus intervenciones, habiendo llegado a alcanzar unos resultados que hicieron temblar al frente separatista. Ahora, cuando el partido en el gobierno se vio con las espaldas al descubierto al proponer una ampliación del estado de Alarma, Inés, con un ejemplar sentido de Estado, dio un paso al frente, haciendo honor a su apellido, arrimándose al toro para que, con el astuto PNV, sacar adelante la propuesta de ampliación hasta que las cosas no se vean claras. Creo que un partido de Centro, comodebe ser Ciudadanos, no debe cerrarse en banda a todo, venga de la izquierda o de la derecha, cuando de defender elbien común se trata, sin renunciar a sacar rédito de sus pretensiones a cambio. Inés, por el bien de los españoles, que sea para bien, y que lo que esperas también.
Maximino Cañón Gutierrez fue concejal del Ayuntamiento de León
Lo más leído