Incierta victoria del PSOE

Pedro Sánchez puede presumir de haber dado un vuelco histórico a los resultados electorales en su partido y en el conjunto de la nación, pero se trata de una victoria que será insuficiente para poder formar un gobierno estable en el Congreso y el Senado

Vox quedó finalmente por debajo de lo que decían las encuestas, lo que demuestra la volatilidad de este partido
29/04/2019
 Actualizado a 11/09/2019
La jornada de ayer será histórica para la democracia española. El fin del bipartidismo ya se había confirmado en los anteriores comicios, pero lo ocurrido en este 28-A ha demostrado que las comparaciones son siempre odiosas y, en el caso del reparto de escaños en el Congreso de los Diputados, lo vivido hasta ahora no tiene nada que ver con lo que está pasando en la política española. Además de cambiar el reparto de papeles, cambia el escenario y cambian los actores. La izquierda ha sido la ganadora de estas elecciones, con un triunfo histórico del PSOE que permite a Pedro Sánchez presumir de haber dado la vuelta a los resultados para el partido y para el país, pero ha sido una victoria insuficiente si se tiene en cuenta que la suma de PSOE, Podemos y las fuerzas nacionalistas no independentistas no alcanzan los 176 escaños que dan la mayoría para formar gobierno en el Congreso de los Diputados. Los que desde luego no suman para alcanzar mayoría son los partidos de derechas, tras el descalabro de PP, el discreto aumento de Ciudadanos y la llegada de Vox, que no lo ha sido en la misma medida que vaticinaban las encuestas, lo que demuestra (sumado a lo que ocurrió en Andalucía) que se trata de un partido completamente imprevisible cuyo resulta final depende de la volatilidad del pensamiento de sus votantes. La extrema derecha llega a las instituciones españolas pero lo hace de una forma más discreta de lo que se esperaba.
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