In fraganti

Cada vez que me enfrento a esta columna, me quedo un buen rato pensando sobre qué escribir. Hay semanas en las que la actualidad manda y es prácticamente imposible no pronunciarse al respecto, pero hay otras en las que no ocurre nada fuera de lo común y tengo que ‘tirar de archivo’ para rellenar este espacio. Debo reconocer que estas palabras están escritas casi una semana antes de su publicación y que quizá hayan pasado hechos extremadamente relevantes durante estos siete días, pero un viaje me impide tener tiempo (e internet) para divagar sobre ello. Y, hablando de viajes, ¿qué opinan sobre el de Teodoro García Egea en el metro de Madrid?

El secretario general del Partido Popular, a quien bien conocen por esta tierra, publicó un vídeo el pasado 25 de octubre en el metro de Madrid acudiendo a unos estudios de radio a realizar una entrevista. Hasta ahí, todo correcto, aunque suene un tanto extraño que un político viaje en transporte público. Pero hay varios aspectos que me hicieron bastante gracia solo por lo poco creíbles que eran y por lo mal que les había salido la estrategia de engañarnos.

Para empezar, el ‘popular’ parece ser grabado ‘in fraganti’, pero casualmente Egea está en el centro de la imagen y utiliza su móvil como si no fuera consciente de que están filmándole. El siguiente detalle del que me di cuenta, cual buena madrileña que ha pasado horas y horas en el metro, es que el vagón no pertenece a la línea en la que Egea debería bajarse para llegar con antelación suficiente al medio de comunicación.

Pero lo que colmó el vaso fue que el vídeo se publicó a las ocho y media de la mañana y el metro está prácticamente vacío. Y por ahí sí que no paso, pero debo reconocer que me asaltó la duda sobre si quieren mostrarnos la ‘humildad’ de alguien que no coge frecuentemente el transporte público o quieren hacernos creer que este funciona de maravilla cuando, a esas horas, vamos siempre como sardinillas enlatadas. Si no es ninguna de ellas, dejen de hacer el paripé con este tipo de vídeos, mejoren los servicios de transporte y, si no es mucho pedir, no traten como tontos a los ciudadanos de su país.