Igea, identidad e ignorancia

La declaración del vicepresidente de la Junta sobre la inconveniencia de pasar consulta médica en pueblos de 50 habitantes denota el profundo desconocimiento de políticos y técnicos en la Junta. El señor Igea está en un marco mental: el de Valladolid, contexto que poco tiene que ver con León. Esta ignorancia está en la base de los problemas de desequilibrio entre las dos regiones: León y Castilla, que requieren una organización de los servicios e las inversiones diferente.

En concreto, en León hay cientos de pueblos de 50 habitantes o menos. Eso sucede porque la identidad de León entraña un poblamiento atomizado. 1.400 entidades de población solo en la provincia; esquema que se reproduce en Zamora y Salamanca. Nada que ver con los menos de 300 núcleos de Valladolid, poblamiento mucho más concentrado. En consecuencia el criterio de Igea es erróneo y perjudica a la Región Leonesa.

Pero no es éste el único capítulo en el que se refleja el perjuicio a León a través de la ignorancia de su identidad. Que exista una importante propiedad comunal sustentada en 1.200 juntas vecinales, que fueron concejos, explica que la propiedad de casi la mitad del suelo provincial leonés sea de estas entidades. Por tal razón se da aquí la mayor parte de los incendios forestales, que no tiene réplica en Castilla, donde la mayor parte de la propiedad del suelo es privada. Tampoco en Castilla existen apenas juntas vecinales. En Zamora y Salamanca los terrenos comunales fueron absorbidos por los ayuntamientos de un solo pueblo, que adoptaron el papel de los concejos, lo que replica el esquema leonés.

En los terrenos comunales hay bosque y monte bajo que ocupan decenas de miles de hectáreas. La aplicación de la Ley de Montes autonómica, redactada bajo un punto de vista castellano, ha provocado la desconexión entre los habitantes y sus montes. Si antiguamente los bosques estaban controlados por los vecinos, hoy ya no lo están. La consecuencia son los incendios, prácticamente desconocidos en Valladolid.

Pero esta ignorancia petulante abarca más. En la provincia leonesa hay un arco montañoso de 300 km, algo desconocido en Castilla; algo tendrían que reflexionar. De ahí la importancia de gestionar las eventualidades con la nieve o los helicópteros de urgencias desde León. ¿Qué pueden saber en Valladolid de las circunstancias concretas? O hablando de regadíos diversos, de vacas de leche, de producción alimentaria plural o de comunicaciones transfronterizas ¿Qué saben de esto? ¿O qué tiene que ver un sector secundario basado en las grandes empresas multinacionales con otro, el leonés basado en empresas locales pequeñas y medianas?