17/10/2019
 Actualizado a 17/10/2019
Guardar
Fue sin duda un día vital para la historia de la cuna de la democracia. En la época de Zapatero habría sido otro acontecimiento interplanetario, como el de la coincidencia de su mandato con el de Obama. El caso es que el pasado martes se inauguraba en esta nuestra ciudad un espacio ‘experiencial’ de Ikea y apenas unas horas después nos honraba con su presencia Igea, que bien podría haber salido de una de las plantas de la multinacional sueca si en lugar de dedicarse a diseñar muebles hubiese hecho lo propio con políticos.

Todo un hito histórico, puesto que en Ikea se puede amueblar desde una cocina hasta una caseta de perro pasando por un despacho e Igea lo mismo pretende suprimir diputaciones y amontonar municipios que se transforma en un ‘salvapueblos’ de manual.

Ikea e Igea son por lo tanto dos claros referentes a la hora de intentar dar gusto a todo el mundo, pero claro, no es lo mismo redecorar una casa que revitalizar nuestros pueblos, donde no faltan muebles o adornos, sino que se buscan servicios y paisanos.

Difícil es que los pocos que quedan vayan a comprar en el Ikea de la política las soluciones –por poner únicamente un ejemplo– a la hora de mejorar la sanidad de nuestras comarcas. Si estaba incluso dispuesto a clausurar ayuntamientos, qué no va a hacer con los consultorios médicos... Aunque hay que reconocer que muchos de ellos llevan ya tiempo cerrados o utilizándose únicamente cuando se produce alguna urgencia. Ocurre en el paraíso redipollejo, donde no tiene mucho sentido que vaya el médico si el paciente tiene que desplazarse nada más salir a territorio lillejo para poder comprar la medicina justo al lado del consultorio de referencia.

Es por eso que Igea –que aunque no es consejero de Sanidad habla como si lo fuese por el mero hecho de que en el reparto del pastel autonómico le tocase a su partido– debería fijarse más en lo que hace Ikea y buscar una solución a medida para la atención médica de cada zona. Y debería percatarse de que el territorio no se puede ordenar si no se pisa, ni se puede vertebrar vomitando en las redes sociales en lugar de trabajando.
Lo más leído