Ibiza 0 - Deportiva 1: 'Oficio, seriedad y picotazo a la primera'

Un gol de Naranjo, de penalti forzado por él mismo en la primera llegada del partido, da el triunfo en Ibiza a una Deportiva que perdonó la sentencia pero sólo concedió una ocasión

J. C.
28/11/2021
 Actualizado a 28/11/2021
Los jugadores de la Ponferradina festejan el gol. | LALIGA
Los jugadores de la Ponferradina festejan el gol. | LALIGA
En media hora no había pasado prácticamente nada en ninguna de las dos áreas. Una buena acción de Paris por banda yéndose de dos rivales pero cazando el portero su envenenado centro. Un ‘trompazo’ del mismo lateral contra un muro de esos que de forma surrealista está situado casi pegado a la línea de banda en un campo del fútbol profesional. Y nada más.

La Deportiva había salido mucho mejor, el Ibiza había podido rehacerse y el tanteo entre ambos se alargaba más de la cuenta. Hasta que de repente, a la media hora, todo cambió. Ha tenido grandes atacantes acompañando a Yuri el equipo berciano en su historia en Segunda, pero probablemente nunca haya acumulado más pólvora en ataque que en esta temporada. Y eso hace que, casi de la nada, en cualquier momento pueda llegar el gol.

Y así a la media hora, en un extraordinario balón largo a la espalda de la defensa, Naranjo le ganaba la partida a la zaga, efectuaba un gran control y ante la salida del portero a la frontal le recortaba hacia fuera, siendo derribado por el meta, por poco pero dentro del área, y señalando el colegiado un penalti que el mismo extremo se encargaba de convertir con un ‘trallazo’ centrado y alto cuando el portero se vencía a un lado.

Naranjo engañó al meta en un penalti que él cometió al ser recortado y  derribarle pegado a la línea del área A la primera, llegaba el ‘picotazo’ de la Ponferradina. Y no necesitó más. Porque si adelante tiene jugadores desequilibrantes, en el aspecto defensivo tiene un oficio y una seriedad que hace que crearles ocasiones de gol sea tremendamente complicado. Y aunque el Ibiza apretó en la última media hora, sólo generó una ocasión clara que se fue a las nubes, estando los bercianos de hecho mucho más cerca del segundo en sus vertiginosas contras y llevándose los tres puntos pese a ‘perdonar’ esa sentencia.

Sólo un gol había encajado el Ibiza en cinco partidos, pero uno le sirvió a la Deportiva para tumbarle. Únicamente el Mirandés y el líder Almería habían ganado en Can Masses, pero a esa lista se unió ya el que con permiso de los andaluces es el equipo más en forma de la liga. Una Deportiva que deja claro que va muy en serio, abriendo cada vez más brecha en la zona de ‘playoff’ para permitirse un bache en el futuro, y que acecha los puestos de ascenso directo.

Con 0-1 a Enrich le anularon un gol por fuera de juego y Espiau tuvo un mano a mano que envió arriba Es un sueño pensar en el ascenso, pero ningún año a estas alturas ha habido tantos argumentos para fantasear con él. Antes podía ser la sorpresa, el equipo que ya caerá, pero ahora todos los rivales tienen claro que a la hora de hablar de candidatos hay que meter a la Ponferradina. Porque no sólo vence, con cuatro triunfos en los seis últimos encuentros, sino que lo hace con merecimiento y es en los pinchazos donde deja la sensación de que merecía haber sacado algo más.

Porque si este domingo hubo incertidumbre con el resultado hasta el final, fue porque no se acertó de cara a puerta... o porque por milímetros el gol no subió al marcador cuando se lo hizo.

Y es que al filo del descanso Espiau llegaba para cabecear un pase atrás de Naranjo y en boca de gol, en el área pequeña, Enrich remataba al fondo de la red. Estando tan cerca de la portería el fuera de juego parecía claro, pero con Morilla habiéndose quedado descolgado tras intentar tapar el centro inicial de Naranjo el tema exigía ardua revisión de un VAR cuyas líneas acababan dictaminando que el punta estaba ligeramente adelantado.

Amo lideró una zaga sin Copete. Miki, en un remate solo en el segundo palo, tiró alto en la gran ocasión local No sería la única vez que la Deportiva estaría cerca de ampliar distancias. Volvería a estar a punto de hacerlo en una volea lejana de Agus Medina que se iba muy cerca del palo recién empezada la segunda mitad. También en dos contras ya en el tramo final, con el Ibiza volcado, una de las cuales acababa con un tiro arriba de Agus y otra con Paris decidiendo muy mal en el dos contra uno que tenía junto a Yuri.

Pero la más clara fue al cuarto de hora de la segunda mitad, en otra transición rápida comandada por un Ojeda que conectaba con Espiau, que dentro del área y ante el meta golpeaba con la puntera pero mandaba el esférico ligeramente por encima del larguero.

Por la cabeza de muchos bercianos pasaría el mano a mano del canario frente al Huesca, que fue seguido por el empate. Pero esta vez no hubo que lamentarlo, en parque porque da igual quién esté en la zaga. Sin el lesionado Ríos Reina ni Copete, fuera de la lista a última hora tras sufrir un golpe en un entrenamiento, Amo fue el líder de la zaga junto al reaparecido Pascanu y Castellano cumplió en banda.

Y el Ibiza, dejando un disparo lejanísimo de Bogusz que se envenenó, únicamente acarició el empate en un centro desde la izquierda de Morillas que Miki Villar llegaba a rematar solo en el segundo palo pero enviaba arriba.

Ni daño ni miedo infundió en una Deportiva que sin echarse atrás supo dejar morir el partido. Un equipo que, con razones para ello, piensa en grande.
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