Iberolux

Los sindicatos leoneses afirmaban en la entrevista publicada el domingo por este periódico que España no se rompe por los nacionalismos sino por el oeste. La línea de Huelva a Orense comparte, además del subdesarrollo, el problema de vivir de espaldas a Portugal

«España y Portugal deberían tener una estrategia coordinada, ya que vivimos de espaldas unos a otros»
06/02/2020
 Actualizado a 06/02/2020
España y Portugal deberían tener una estrategia coordinada, ya que durante muchos años vivimos de espaldas y con enormes sospechas y desconfianzas». A veces, en el panorama actual, llama poderosamente la atención que una persona hable con tanto sentido común. La frase la dijo ayer el alcalde de Oporto, que recuperó una vieja propuesta de que, como del leonesismo, se habla de vez en cuando, aunque nunca de una forma verdaderamente seria. Los sindicatos leoneses, por ejemplo, que ayer recibieron la visita de la ministra de Transición Ecológica, alertaban en la entrevista publicada por este periódico el pasado domingo que España no se rompe por los nacionalismos, sino por el oeste. Tienen toda la razón. Los problemas de León son extensibles a todo el oeste peninsular, una línea de subdesarrollo que va de Huelva a Orense, un territorio que, además de la despoblación y la falta de industria y comunicaciones, tiene otro denominador común: vive completamente de espaldas a Portugal. La frontera más parece un frontón. También en Portugal el litoral vive ajeno a los que ellos llaman rayanos. La idea apuntada ayer de nuevo por el alcalde de Oporto sería una solución a las desigualdades económicas, sociales, culturales y territoriales de los dos países. La fórmula de ese Iberolux sería, obviamente, muy debatible.
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