Huevos de oro

Lean ustedes estas líneas donde voy a plasmar parte de mi historia reciente, cedo mi testimonio para que sirva a otros que como yo están viviendo lo mismo, para que salgan, lo cuenten y no tengan miedo, como si de un akelarre se tratara y de esta forma al menos quede patente en la memoria de nuestros coetáneos. La crisis en nuestro país me lo arrebató todo, mi casa, mi coche, mis ahorros. Gracias a la venta de la casa, de mi hogar, claro, gracias a venderla por debajo de su precio, esta me dio un pequeño respiro. Pude quitar todo lo que llevaba encima y que ahogaba mucho, con lo poco que quedó, decidí invertir en estudios, me parece más rentable a largo plazo. En este sentido soy de los que he tenido suerte. Una vez alguien me comentó que hacía muchos proyectos y salía en prensa, que necesidad tenía de vender algunas pertenencias, a lo que yo le contesté, "no todo lo que reluce es oro". La crisis me ha traído algo muy valioso, las ganas de luchar. Así, de esta manera, comienza el periplo por nuestros gobernantes, estos que te ven en los bares y te dicen, ven a verme. No vas a mendigar, vas a vender tus servicios, pero los políticos son así, buenas caras y pocos hechos. En toda esta vorágine, una figura importante, mi madre, pensionista, me ayuda con lo que puede y cuando puede, ¡qué curioso!, vas a la oficinas de empleo y lo primero que te preguntan es si tu familia no puede ayudarte. De esta manera, resumo lo que está ocurriendo, el gobierno quiere que sigas viviendo de tu familia, no aporta trabajos mejor remunerados, ya que no da opciones a que esto ocurra y mientras, suben las pensiones una miseria. La gallina de los huevos de oro para algunos fue la corrupción, recortes absurdos, las burbujas, no solo la inmobiliaria, los rescates a empresas privadas,… la gallina se ha muerto y el pato lo tenemos que pagar los demás. No mientan más, las pensiones privadas en España son las peores valoradas del mundo, no lo digo yo, que para eso me documento antes de escribir y para quien no lo sepa, las comisiones de las mismas no las paga el banco. Ahora la pelota está en su tejado, déjense de milongas, con esto no arreglamos el país, pongan soluciones, que está más que demostrado que con voluntad política, muchos de nuestros males hace tiempo que hubieran desaparecido. "No, no estás soñando. Es verdad que tenemos una gallina que pone huevos de oro. ¡Piensa en lo ricos que seremos si pone un huevo como éste todos los días! Debemos tratarla muy bien", versa el cuento.