Huesca 35 - Ademar 30: 'El Ademar alarga las vacaciones'

El equipo oscense, que ganaba ya de 7 a los 15 minutos, aprovecha la versión más gris de un conjunto leonés desconocido en defensa y donde sólo se salvó Juanín

Jesús Coca Aguilera
06/02/2016
 Actualizado a 12/09/2019
Piñeiro se lamenta mientras Guijosa habla con Leo Santos con claro gesto de cabreo durante el partido de este sábado en Huesca. | JAVIER QUINTANA
Piñeiro se lamenta mientras Guijosa habla con Leo Santos con claro gesto de cabreo durante el partido de este sábado en Huesca. | JAVIER QUINTANA
Dos meses después volvió la liga Asobal. Pero al Abanca Ademar aún se le espera. Habrá que esperar una semana más para ver al equipo ademarista, al menos en su versión habitual. Porque este sábado en Huesca, los de Rafa Guijosa no fueron ni la sombra del conjunto que se ha visto en los últimos meses de 2015. Alargaron sus vacaciones los leoneses y lo pagaron con una justa derrota ante un Huesca que, liderado por Novelle y Dija, se impuso por 35-30 gracias a su gran inicio y al arreón final tras la salida del meta Arguillas.

Naufragó el Ademar con viejos y conocidos ‘pecados’ como la nula dirección desde el centro en ataque y los minutos de desconexión, pero con otro nuevo no visto hasta ahora: que la defensa, el pilar sobre el que se sustenta la escuadra ademarista, sea una ‘autopista’ para el rival. Un panorama que hizo que ni siquiera el excepcional partido de Juanín García fuera suficiente para tumbar al conjunto oscense. Que provocó que la ‘torrija’ inicial fuera definitiva al dejar a los leoneses sin margen de error pese a volver al partido cuando parecía tirado por KO en la lona.

Y eso que, por momentos, la remontada estuvo al alcance de la mano. Porque, mediada la segunda mitad, con 24-23 en el marcador, el Ademar llegó a atacar para empatar. Y, por extraño que parezca, era algo a celebrar. Sobre todo cuando venías de estar siete abajo víctima de un arranque de pesadilla.

Con la primera parte en su ecuador, Guijosa ya había pedido sus dos tiempos muertos. El primero, con el 4-0 a los 4 minutos y medio. El segundo, con el 11-4 a los 15. El ataque no tenía ideas. La defensa permitía tiros cómodos.

El Ademar, que a los 15 minutos perdía 11-4, ya nunca empató el partido pese a que antes del descanso se puso ya a sólo dos Pero de repente, el Ademar volvió. La reprimenda de Guijosa surtió efecto. La defensa subió un pistón la intensidad y, durante los 10 únicos minutos en que estuvo a su nivel habitual, frenó al Huesca y permitió correr al conjunto leonés. Hasta cinco goles seguidos llegaron de contraataque, tres de ellos con la firma de Juanín, liderando un parcial de 1-6 con el que se metían de lleno en el choque (12-10).

Lo más difícil estaba hecho. Volver del abismo. El choque volvía a estar en el aire y así se mantuvo tras un intercambio de golpes con Novelle y Juanín como protagonistas. El lateral ‘machacaba’ a los leoneses desde nueve metros y cerraba la primera parte con cinco de cinco. El extremo cuajaba unos minutos soberbios, anotando goles espectaculares e incluso fabricándoselos él mismo con unos contra unos contra su defensor. Y así se llegaba al descanso, con un 18-15 que nadie hubiese firmado al inicio pero que visto lo visto sabía bien en el bando leonés.

Aunque la tarea volvía a complicarse rápido. Otra vez una mala salida. De nuevo los cinco de diferencia nada más empezar. Pero ahora eran Vieyra y Juanjo Fernández los que aparecían. Primero dos tantos seguidos del zurdo. Luego un tremendo ‘golazo’ de espaldas y desequilibrado del lateral, que además forzaba la exclusión del defensor, y un penalti que forzaba y Carrillo convertía para poner el 22-20.

La salida del meta Arguillas con 25-24 fue clave para un Huesca que desde el 29-25 ya nunca bajó su renta de cuatro El choque iba a tirones. Y le tocaba ahora darlo a Huesca, que recuperaba la renta de cuatro (24-20). Y entonces llegaba un momento que parecía clave. Nolasco, el pilar del 6-0, veía su tercera exclusión. Y, tras parar en superioridad Cupara una contra solo a Cabanas, Piñeiro y Mikel ponían el 24-22 aún con un hombre más; y, tras recuperar al excluido Huesca y cambiar a defensa 5-1, Juanín, a quien Guijosa devolvía a pista rompiendo por segunda vez en lo que va de temporada por decisión técnica la rotación de 30 minutos para él y 30 para Carrillo, ponía al Ademar a solo uno (24-23).

Y a esa distancia estaban, con el 25-24, cuando llegó la acción realmente clave. La salida a pista del meta Arguillas por Pejanovic. Porque el joven meta de 22 años tuvo su día y cambió el panorama del choque. Huesca, que hasta entonces había cargado de minutos a su columna vertebral, rotaba y los que salían desde el banquillo respondían. Así, con dos tantos de Muguerza y uno de Escribano, volvían los cuatro de renta.

Otra vez, a remar. Pero ahora, con sólo 10 minutos por delante, la tarea era ya más complicada. Y en realidad, de ahí al final, la remontada ya nunca fue una opción. No volvería a bajar de los cuatro goles la diferencia el equipo de Rafa Guijosa, que encajaba gol prácticamente en cada ataque y, con el 32-26 a seis para la conclusión, se despedía definitivamente de cualquier opción de puntuar.
Lo más leído