Sin las mejores sensaciones, pero tirando de lo que Manolo Cadenas definió como ‘modo Ademar’ gracias a alguna sorpresa significativa, el equipo leonés sumó su primer triunfo de la temporada en Huesca en un partido tremendamente igualado que no se decidió hasta los últimos minutos. Con una rotación de 12 jugadores, el equipo leonés supo sufrir durante los minutos que fue inferior, principalmente en la primera parte, y marcó las diferencias en el tramo final con un par de inesperadas y agradables sorpresas que terminaron siendo decisivas. La mayor, sin duda, la de Dimitri Patotski, que finalizó con un porcentaje superior al 41% en una segunda mitad en la que el Abanca Ademar consiguió dejar a su rival en solo 11 goles. Por ahí pasó la victoria de un equipo leonés que sostuvo durante muchos minutos en ataque David Fernández y en el que, tras un mal partido, dos tantos consecutivos de Tin Lucin rompieron el encuentro a falta de tres minutos para el final.
Una victoria de un partido demasiado loco, con muchas imprecisiones, marcado por las bajas de ambos equipos y con un inicio que poco invitaba a pensar en el triunfo ademarista. Porque fue el conjunto leonés a remolque prácticamente desde el inicio, con Huesca haciendo mucho daño desde el pivote con Benites como estilete. Tan poco le gustó el inicio a Cadenas que paró el partido con poco más de cinco minutos transcurridos (5-3).
Jorge Gómez Lite fue en la primera parte una pesadilla para el Abanca Ademar, que no encontró cómo superarleSin embargo, no pudo detener ese tiempo muerto el extraordinario acierto que mostró el guardameta local, Jorge Gómez Lite, que se convirtió en una pesadilla para el ya de por sí espeso ataque posicional ademarista, que llevó la ventaja oscense hasta los tres goles (8-5).
Arriesgó Cadenas, que ante esa situación apostó por atacar con siete jugadores dejando la portería vacía, algo que dio resultado a un equipo leonés que igualaría la contienda aprovechando una exclusión de Oier García ya con David Fernández como principal referencia ofensiva ante una primera línea en la que Juanjo aportó, en sus pocos minutos, más que Lucin y Feuchtmann, que estuvo bien en defensa, pero muy errático en ataque.
Unos buenos minutos de Marchán en los dos lados del campo y las primeras paradas de Patotski permitieron al Abanca Ademar llegar al descanso con el partido igualado (13-13) en lo que sin duda fue la mejor noticia de la primera media hora de juego.
Los leoneses estiran la cuerda
El paso por vestuarios le sirvió al equipo leonés para aumentar la intensidad especialmente en defensa, lo que unido a una exclusión de Nieto, permitió al equipo leonés ponerse por delante en el marcador (13-14) por primera vez desde el 1-2 nada más comenzar el partido.Con el paso de los minutos, Huesca comenzó también a echar en falta más rotación en el banquillo, con Cadenas prescindiendo de Donlin, Lodos y Casqueiro, pero con su equipo acusando mucho menos el cansancio.
Cadenas arriesgó para salvar el atasco en ataque de los suyos jugando sin portero y le dio resultado El partido se convirtió en un intercambio de goles en el que el Abanca Ademar daba y el Bada Huesca respondía. Gonzalo, efectivo desde los 7 metros y un David Fernández siempre regular y la aportación de Juanjo y Carrillo permitían al equipo leonés no perder la iniciativa, pero tampoco le servía para despegarse entre imprecisiones, paradas de Gómez Lite y demasiadas concesiones en defensa.
Sin embargo, la aparición de Patotskiy de nuevo el recurso de jugar sin portero en ataque que solo costó un gol, sirvió para que Mario López anotara dos tantos consecutivos que permitieron por primera vez tomar una renta de dos goles al Abanca Ademar (20-22) ya dentro de los 10 minutos finales. Nolasco detuvo el partido sabiendo que ese podía ser un punto de inflexión que terminó convirtiéndose en el momento en el que el equipo leonés dejó sellado su triunfo.
Aun sin poder parar a Benites, motivo por el que Cadenas volvió a reunir a los suyos, la aparición de Lucin en los momentos decisivos junto a la mala decisión de un Ostojic que fue de más a menos, abrieron la brecha definitiva que Slavic confirmó deteniendo un penalti tras exclusión de Jaime Fernández en el único momento en el que la victoria pudo peligrar.
Un triunfo que sin duda llena de confianza a un equipo que necesitaba recuperarse de la derrota ante Bidasoa cumpliendo además con el que fue su déficit ante los vascos, unos minutos finales en los que ese déficit de intensidad se convirtieron en armas a favor de un equipo que estrena su casillero de puntos en una pista siempre complicada. El próximo viernes, quién sabe si con refuerzos, una nueva prueba en algo más que un partido con la visita del Atlético Valladolid al Palacio de los Deportes.