Hostelería, gimnasios y centros comerciales seguirán cerrados en León

AMPLIACIÓN | Tan solo Ávila y Segovia podrán abrir este viernes este tipo de negocios según los niveles de incidencia y de ocupación hospitalaria marcados para esta nueva desescalada

Ical
25/11/2020
 Actualizado a 25/11/2020
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Las provincias de Ávila y Segovia inician este mismo viernes, 27 de noviembre, la desescalada en esta segunda ola de la pandemia del COVID-19, de forma que se reabrirá el sector de la hostelería, los centros y parques comerciales y los espacios deportivos. Esta decisión se adopta hoy ante la tendencia descendente de la incidencia acumulada del coronavirus y los indicadores de ocupación hospitalaria.

En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Francisco Igea, informó sobre el levantamiento de las restricciones adicionales impuestas el 6 de noviembre para toda la Comunidad y que a partir del viernes se suspenden en las provincias de Ávila y Segovia, al situarse la incidencia acumulada por debajo de los 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días o de los 200 en siete.

Por tanto, la hostelería de Ávila y Segovia podrá reabrir para el consumo en terrazas e interiores, pero con las barras cerradas y las limitaciones de aforo existentes antes del 6 de noviembre, es decir, con una restricción en el interior de los establecimientos del 75 por ciento en el caso de salas de hasta 40 comensales y el 50 por ciento en las de más de 40. Además, deberá respetarse la distancia de seguridad de 1,5 metros entre mesas y el número máximo de personas será de seis personas.

Igualmente, la Junta establece para las dos provincias, las únicas en las que los espacios comerciales podrán celebrar la jornada del ‘Black Friday’, un confinamiento perimetral, de forma que ninguna persona del resto de la Comunidad podrá desplazarse hasta Ávila o Segovia, si bien se permite la movilidad entre ambas, al mantenerse en el mismo nivel de alerta y de medidas restrictivas. Tampoco podrán acceder ciudadanos de Madrid o de otras autonomías al mantenerse el cierre de Castilla y León, así como el toque de queda.

Además, Igea informó de que se han dirigido ya a los alcaldes y presidentes de Diputación de Ávila y Segovia para informarles de los cambios que se aplican desde este viernes en las dos provincias. Además, el vicepresidente señaló que estarán “atentos” para ver el impacto que tiene la apertura de la hostelería y los espacios comerciales y deportivos, puesto que si vuelve a subir la incidencia, aseguró que tomarán medidas.

Desescalada por provincias


Asimismo, el vicepresidente Francisco Igea anunció que la unidad para levantar las medidas de restricción será la provincia al tomar como referencia el hospital, excepto la comarca del Bierzo, por lo que se establecerán cierres perimetrales cuando haya cambio de fase con el fin de evitar un trasvase de los contagios vinculado a la movilidad de zonas con alta incidencia a otras con mejor situación.

De esta forma, solo podrá desplazarse entre provincias con la misma situación restrictiva y nivel de alerta, incluso aunque no fueran limítrofes, si bien es algo que la Junta duda de que se vaya a producir.

También podría darse la situación, explicó Igea, de que se confinen perimetralmente municipios de cierto tamaño que presenten una situación muy diferente a la de su provincia, también con el fin de proteger a los ciudadanos, ya sea por ser un foco importante de contagios de COVID-19, como a la inversa. Esto, recalcó, dependerá de la situación epidemiológica que se observe en las próximas semanas.

Los jueves serán los días en los que la Junta, a través del Consejo de Gobierno, informará de las variaciones en el calendario de la desescalada. Francisco Igea indicó que tratarán de anunciar los cambios con cierto tiempo para que los sectores afectados puedan reabrir sus negocios y los ciudadanos conocer las decisiones adoptadas para el fin de semana.

Criterios del semáforo


La Junta seguirá en esta desescalada los indicadores de riesgo y los niveles asociados -nueva normalidad, uno, dos, tres y cuatro- que figuran en el semáforo acordado en octubre. Por tanto, para bajar de nivel será necesario, según recordó, cumplir al menos dos parámetros de los referidos a la incidencia del virus y uno de los que tienen en cuenta la ocupación hospitalaria.

De esta forma, el Ejecutivo de Castilla y León tiene planificado levantar las restricciones adicionales del 6 de noviembre -cierre de la hostelería, centros comerciales y espacios deportivos-, cuando la incidencia acumulada a 14 días sea inferior a 400 casos por cada 100.000 habitantes de forma sostenida, y de 200 en siete días, algo que se da ya -dijo- en Ávila y Segovia. No obstante, toda la Comunidad continúa en nivel cuatro, de forma que para bajar a tres, es necesario cumplir dos indicadores epidemiológicos y uno vinculado al sistema sanitario.

Tendencia descendente


El vicepresidente explicó que la situación epidemiológica presenta una tendencia descendente, así como la presión hospitalaria, que destacó deja este miércoles 102 pacientes menos, hasta 1.140 enfermos en planta y 226 en la UCI. Además, destacó la evolución especialmente positiva en los centros hospitalarios de Burgos y Valladolid, a lo que se une -dijo- un “descenso claro” de la incidencia acumulada en las últimas semanas.

Este escenario, con una mejoría “clara”, no está “exento de riesgo”, según el portavoz, pero recalcó que permite tomar medidas de desescalada. Francisco Igea recordó que las medidas “extra” del 6 de noviembre, que se extendieron a toda la Comunidad, han dado resultado, pasados los 14 primeros días. Por ello, se mantienen en todas las provincias, excepto en Ávila y Segovia, y aseguró que habrá que esperar hasta la próxima semana para conocer si hay cambios en el puente de diciembre.
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