Hogares que huelen a incienso

León se queda este año sin poder celebrar su Semana Santa, pero los papones la viven en la intimidad de sus hogares “soñando con las procesiones que no se han podido vivir”

Ical
07/04/2020
 Actualizado a 07/04/2020
Así estaría la plaza del Grano de León y así está. | ICAL
Así estaría la plaza del Grano de León y así está. | ICAL
Llegan las fechas del silencio y el acogimiento. Las calles leonesas, que año tras año se inundan de gente durante la Semana Santa, están mudas, pero en esta ocasión no se debe al respeto que procesan leoneses y visitantes ante las fechas de pasión. Esta vez el silencio es total y las calles, por primera vez en estas fechas, están completamente vacías.
España se encuentra sumida en la profunda crisis causada por la llegada del Covid-19 y, desde el pasado 14 de marzo, en estado de alarma, lo que obliga a los ciudadanos a mantenerse en sus hogares para evitar la propagación del virus. Un día antes, el 13 de marzo, la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de León decidió suspender “todas las actividades públicas” atendiendo a las “ indicaciones realizadas por las autoridades civiles, sanitarias y eclesiásticas” ante “las extraordinarias circunstancias, relacionadas con la pandemia del Coronavirus, que vive nuestra sociedad”.

Por primera vez desde 1936, León se quedaba sin poder celebrar su Semana Santa. “Es una situación que vivimos con preocupación y tristeza, porque hace 20 días nuestra máxima preocupación era que no sacábamos los pasos a las calles, pero hoy estamos preocupados por la situación que vivimos todos, con la muerte de personas cercanas, la situación económica y el confinamiento, que hacen que las procesiones queden en un segundo plano”, explica el presidente de la Junta Mayor de Cofradías, Manuel Ángel Fernández.

Una celebración que, sin embargo, sí se está llevando a cabo de puertas para dentro en los hogares de los devotos y cofrades, de manera que “aunque cada papón y cada casa es un mundo”, Fernández reconoce que seguro que hay muchos como él que, de alguna forma, intentan “compartir una oración y compartir en redes sociales, televisión y todos los medios que están al alcance” para “poder soñar con esas procesiones" que no han "podido vivir”.

Quizá es este motivo el que lleva a Manuel Ángel a afirmar que esta es “la Semana Santa más íntima”. "Estamos viviendo esa religiosidad que tanto se nos demandaba y que decían que se había convertido en grandes espectáculos”. Tan íntima que incluso en el interior de su hogar, el presidente de la Junta Mayor decidió “poner un poco de incienso en casa, teniendo a las hermandades e imágenes muy presentes” porque “no queda otra”.

Además, en las páginas oficiales de la Junta Mayor y de la Semana Santa se retransmiten a diario procesiones del año pasado y del anterior, algo que permite “poder ver detalles" que al no estar en casa no se ven. "Al mismo tiempo que explicar a nuestros hijos muchas cosas que antes no podían preguntar porque estábamos de procesión”.

El presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías tiene este año dos momentos clave de la Semana Santa leonesa clavados como una espina en el corazón. “El primero es la salida de La Morenica – la Virgen del Mercado – que es especial porque supone el pistoletazo de salida y el segundo es el encuentro en la plaza de la Catedral del Domingo de Resurrección, porque llevo yendo desde que era un niño y no poder hacerlo ni poder estar me rompe un poco el corazón”.

Otro momento clave de la Semana Santa leonesa se produciría en la mañana del Viernes Santo y es la Procesión de los Pasos, declarada en 2002 de Interés Turístico Internacional, que este año iba a sufrir una pequeña modificación en el acto de ‘El Encuentro’. “Este año contaría con un encuentro distinto, algo en lo que la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno había trabajado mucho y bien para que fuera perfecto y para que, a pesar de los cambios, tuviera su realce”, lamenta Manuel Ángel. "Espero que el año que viene lo tengamos y lo vivamos”.

Así, “con pena, tristeza, preocupación y también con la esperanza de que algún día podamos ver la luz al final del túnel”, las viviendas de los papones leoneses huelen a incienso mientras esperan a que llegue ya la Semana Santa de 2021.
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