Historia y futuro entre los cerezos

La Asociación Agroalimentaria de Corullón inicia este domingo su actividad de agroturismo aplazada por la pandemia en medio de una buena campaña de recolección

D.M.
05/06/2021
 Actualizado a 05/06/2021
La recolección se realiza con los clásicos megos, respetando la tradición y el producto. | ACC
La recolección se realiza con los clásicos megos, respetando la tradición y el producto. | ACC
 Se constituyeron el año pasado como asociación, pero la llegada de la pandemia obligó a aplazar todas las iniciativas que tenían planteadas. Ahora, la Asociación Agroalimentaria de Corullón arranca con su actividad a lo grande con la historia y el futuro como perfectos ensamblajes para intentar un desarrollo social y económico en el pueblo de manos de unas tierras plantada de cerezoscon mucha tradición y porvenir.

Así lo cuenta Begoña Bello, presidenta de un colectivo agrupado para dar salida a las toneladas de cerezas que en estas semanas producen los frutales de Corullón. La Asociación reúne 26 socios de todas las generaciones «mayores que aportan la valiosa experiencia y la tradición ylos jóvenes que podemos aportar nuevas ideas e innovación en el ámbito del marketing, de las redes sociales y de otras actividades complementarias». Porque la iniciativa no sólo busca vender cerezas, sino acercar a los consumidores a toda esa vida entre cerezos, todo lo que hay detrás de cada pequeña fruta rojiza con el objetivo final de que «el pueblo no se muera».

Así, en plena cosecha de las variedades intermedias han planificado para este domingo 6 de junio una actividad que pretende llevar a un buen grupo de ciudadanos a pasar el día entre los cerezos. Es una jornada de puertas abiertas al colectivo, donde los asistente realizarán una ruta en la que podrán visitar las fincas, la forma tradicional de recolección en megos, los cestos de los abuelos, visualizar las tareas de transporte y envasado en cajas en el local cedido por el Ayuntamiento,participar en elaboración de conservas y postres de cereza, una cata del fruto y visualizar un vídeo documental sobre la creación y los proyectos del colectivo.

La pasión con la que cuenta Begoña Bello este proyecto permite creer en las buenas perspectivas. «Lo más difícil era lograr una buena comercialización, aún sabiendo que tenemos un muy buen producto. Por eso era necesario crear esta asociación. La idea partió del ayuntamiento, y después de lo peor de la pandemia ahora ya podemos empezar a hacer cosas», explica.

La creación del colectivo permite a los productores asociados vender las cerezas evitando dos o incluso tres intermediarios «consiguiendo un precio más justo para el productor y para el cliente final, por lo que salimos beneficiados todos». Pero no sólo vender, porque tienen iniciativas muy novedosas vinculadas al agroturismo que empezarán a desarrollar próximamente tras esta primera iniciativa. «Pronto podremos desarrollar las ideas que la pandemia nos obligó a aplazar, clientes que podrán venir a recoger sus propias cerezas, actividades... cosas que van a llamar mucho la atención que servirán para crear sinergias entre vecinos y que también otros negocios del pueblo se beneficien por la afluencia de gente, los abres, restaurante, hotel, panaderías...».

Las ventas ‘on line’ se han desbordado. Y es que, para un producto tan perecedero como la cereza es muy importante las formas de trabajo que aplican en este colectivo. «Empezamos a las 6:30 de la mañana para que esas cerezas recién cogidas se envasenescrupulosamente seleccionadas sobre las once de la mañana y se vayan en el camión refrigerado lo antes posible para que en menos de 24 horas puedan estar en cualquier punto de España.

Tras unas heladas en abril que afectaron a la floración de las variedades tempranas y unas lluvias en mayo que han reducido un poco las variedades más intermedias, esperan ahora que el tiempo les respete para poder recoger en su punto óptimo la variedad francesa, blanca o napoleón, la más típica de Corullón tan apreciada en distintos mercados como por ejemplo, Galicia.

La Asociación comercializa bajo el sello de la Marca de Garantía Cereza del Bierzo, que ha avalado la calidad de la fruta y de sus procesos de envasado. Lo hace, por el momentoen dos formatos, cajas de dos kilos y de cinco, con su logo, el sello de calidad y un código QR que permite conocer la historia que hay tras cada cereza de Corullón.

Este domingo una treintena de interesados podrá vivirlo de cerca en esta primera jornada ‘Corullón entre cerezas’
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