Hipócrytas y Sánchez-Dragón

Los cafés mañaneros de Ponferrada, e imagino también los del resto de España, estaban ayer llenos de expertos en política, historia, economía y sociedad griega. Algunos, incluso, citaban las teorías del ilustre pensador clásico Hipócrytas y los otros asentían, como si las conocieran al dedillo por haber leído sus libros y manuales.
-Es que si no fuera por Hipócrytas, no estaríamos hoy como estamos.
- ¡La que se nos viene encima!, cabeceaba otro calamar de bar.
- Deja a ver, que los griegos inventaron la democracia, las ruinas de piedras y más cosas. Sabrán lo que hacen, digo yo. ¿A ti que te parece el tema, Goyín?
Al compañero de barra Goyín el tema de Grecia no le interesaba nada. Contó que venía cabreado por otros asuntos importantes. Para que se entretuviera, en su casa le habían regalado una iguana a la que decidió llamar Sánchez-Dragón.Pero todo el mundo parecía empeñado en corregirle el nombre al santo reptil.
-Será Sánchez-Dragó, dijo otro del bar.
Y él, lógicamente, se rebotaba, porque si le había puesto a la iguana Sánchez-Dragón, sería por algo. Y ya empezaba a hartarse de que cualquiera tuviera que meterse en el asunto, como si fuera de interés general, igual que las elecciones de Grecia.
- Sánchez-Dragón y punto. Y a ver si dejais de atender a los griegos y miráis algopara casa. Que estamos a cuatro días de las elecciones y todavía ningún partido ha dicho ni ‘mu’ de la independencia comarcal. ¿Sacamos al Bierzo del euro, o qué?