Hidalgo, Burón y ‘Carbajosa’, ilustres apellidos de lucha sembrados de luto

Timoteo Hidalgo, Casimiro Burón y Luis Álvarez ‘el molinero’, de recordadas sagas de luchadores, fallecieron en los últimos días

Fulgencio Fernández
09/02/2021
 Actualizado a 09/02/2021
weblucha08022021.jpg
weblucha08022021.jpg
Decir que este año terrible para los mayores —entre ellos nuestros históricos de la lucha leonesa— se ha llevado en los últimos días al que puso la pasión luchística en gente como Juanito Hidalgo (Timoteo Hidalgo, de Villarmún); a un campeón provincial que era el padre de un campeón de Liga como Juanjo Burón Cano (Casimiro Burón, de Quintana de Rueda) y al último luchador vivo de la saga más famosa de los viejos aluches, los Molineros de Carbajosa (Luis Álvarez), es hablar de mucho dolor para la familia de la lucha, de muchas historias que ya custodia una lápida, de tres apellidos sin los que sería imposible contar la historia de este deporte que también es tradición y filandón; en los que nunca podrían faltar Timoteo, Miro y Luis. Tres grandes que se han ido con el dolor añadido de cómo se muere en estos tiempos, sin que la lucha les pueda despedir con los honores que sus veteranos le suelen rendir a los que nos dejan.

El primero en irse fue Timoteo Hidalgo, el 4 de enero, en silencio, en Madrid. Primo de Juanito Hidalgo, hermano del abuelo de María Rubiera, por hablar de quienes lucharon con sus genes en tiempos más recientes. Pero tanto Timoteo como su hermano Macario ya habían dejado huella de su buen hacer por los corros, de su afición que les llevaba a competir en la comarca pero también subir a la montaña. Competía Timoteo en ligerosy «algún corro ganó», bastantes más bien, recuerda su hermano Macario, que fue directivo en la época de Olegario R. Cascos. Siguió después acudiendo a los corros, siguiendo a Juanito fundamentalmente, y hablando de lucha largo y tendido en Madrid, donde vivía,con María Rubiera que no podía ocultar la pena por el rápido y triste desenlace, en otra de esas tragedias de esta enfermedad que le impidió poder estar a su lado.

‘Miro’ Burón, de Quintana

Hace tan solo unos días, el 6 de febrero, fallecía Casimiro Burón Salas, víctima también del terrible Covid después de un mes de ingresos y salidas que no fueron capaces de borrar ese buen humor del que siempre hizo gala Miro. Médicos, enfermeras y el personal del hospital tardarán en olvidar a este paisano de Quintana de Rueda que en su recta final seguía contando historias y animando a quienes, seguramente, estaban mejor que él.

Decir que con Luis muere el último de ‘los molineros de Carbajosa, es mucho dolor para la historia de la luchaCasimiro Burón fue uno de los buenos de esa comarca de buenos luchadores, Quintana de Rueda. Que su mayor éxito fuera un Campeonato Provincial en 1974 significa que está en el palmarés de los más ilustres de la lucha; y que lo ganara en semipesados nos aclara cuál era su principal problema, la falta de peso. Por ello triunfó en aquel trienio (1972 a 1974) en elque unos adelantados a su tiempo crearon la categoría de semiligeros, que dominaron Isidoro Andrés, de La Aldea del Puente, y el ahora fallecido Casimiro Burón, quien permanece en el recuerdo de los aficionados por otras muchas tardes de buena lucha especialmente por su comarca.

También Miro sembró los genes de la lucha y pudo ver la continuidadde los Burón por los corros en su hijo Juanjo Burón Cano, campeón de Liga en el año 1989 con 10 corros ganados, pero también muy presente en el recuerdo de los aficionados por su exquisita deportividad y su imagen de buen paisano, que sigue siendo y le llevó a librar codo con codo con su padre Casimiro esta última y cruel batalla, siempre a su lado.

‘El último molinero’ de Carbajosa

Y la última triste noticia llega tan solo un día después, el 7 fallecía a los 85 años —también en Madrid— Luis Álvarez Robles que antes fue «el quinto molinero de Carbajosa» y desde la muerte de Cástor ya era «el último molinero». Contar que se va ‘el último’ es dejar sólo en la memoria y el recuerdo a la que seguramente es la saga más importante de la lucha leonesa: Los Molineros de Carbajosa: Emiliano, Elías, Cástor, Patricio y Luis, todos luchadores, todos muy buenos, aunque al irse a Madrid Patricio y Luis su figura es menos recordada (aunque Patricio fue Campeón Provincial en 1954) que la de los tres hermanos que fueron historia viva de este deporte, como luchadores, como aficionados y como referentes. Pero no faltaba quien defendía que los ‘grandes’ eran poderosos y Patricio y Luis los estilistas.

Un debate eterno, ahora que el último molinero se nos ha ido.
Archivado en
Lo más leído