Hemos aprendido epidemiología, no a escuchar

09/05/2020
 Actualizado a 09/05/2020
El entusiasmo nunca se entendió demasiado bien en tierra de cazurros, salvo para el fútbol. Viendo cómo algunos aprovechan esta crisis para sugerir lo de siempre, yo voy a hacer mi crítica y aportación, como digo, con sentimiento intenso de exaltación de mi admiración apasionada por todo lo leonés. Que León no se ve en un día. La realidad sabemos que es otra, tenemos mucho que dar. En esto podemos ascender a Primera. Estas son algunas ideas de un vecino, hijo de autónomo, trabajador de la empresa privada y reciclado en servidor público.

Lo primero que quiero citar es que deberíamos preocuparnos por plasmar la oferta turística en una web dinámica y actualizada. La actual, no es ni una cosa ni la otra. Aunque la hemeroteca es muy triste en este sentido, el Ayuntamiento y la Diputación deben de una vez por todas sumar esfuerzos, porque nuestra oferta está por encima de ambos y debe ser conocida a nivel mundial. También ahí se fomentaría el turismo rural. Que se esclarezcan de una vez las normativas para las viviendas de uso turístico, que esa simplificación animará a la legalización de todas las ilegales existentes, y que pasen por taquilla. La riqueza, que entre de la forma que sea, no solo para llenar los medianos y grandes hoteles.

El Bernesga a su paso por León es algo verdaderamente monumental y a la vez está desaprovechado. Me imagino agua limpia y cristalina como un verdadero atractivo turístico: nuestra marca LEÓN-ECO. Para esto metemos a la CHD. Menudo lío. Este complemento es ideal para nuestra ciudad monumental y seguro que daría grandes frutos. A un leonés, no le hace falta ir a Vitoria para aprender que lo verde es bueno. Hablando de ‘ir’, desde aquí se va a Santiago. Me parece algo prioritario uniformizar nuestro Camino a nivel provincial, y dotar de todos los medios que precise.

Para las fiestas, ya que estamos por mejorar, toca sacar las aglomeraciones de la Plaza Mayor. Ese extra que se comparta, que León es grande. Y de la seguridad no vamos a hablar. Para Navidad sería muy interesante entrar en el pique de la iluminación. Imaginaros una iluminación nocturna en nuestro Central Park Quevedo. El día que abra el Parador, debería ser el renacimiento de ese antiguo vivero. ¿Y en el puente de San Marcos por qué no hacemos un estudio de iluminación?

Propongo nuevas ubicaciones de ferias al aire libre, que rompan con las conocidas de siempre en San Francisco, Sáenz de Miera, Plaza de Regla, calle Cid… Ordoño puede aparecer también en este plano. De forma puntual y siempre considerando horarios oportunos, claro está. Es necesario que avance la mejora de la función peatonal de esa vía. Por cierto, veo que tenemos un alcalde al que no le pesa el teléfono para llamar a empresas, por fin apareció la lista de prefijos en el Ayuntamiento. Esas ferias serían una buena inyección para el Mercado de Conde Luna, que necesita es un redescubrimiento, y eso se puede comenzar llevando gente a sus puertas para demostrar lo bien que se está en ese entorno. Son un ejemplo los hosteleros del final de Padre Isla con su Feria de Abril, con años mejores y peores. En la superweb también tendrían su rincón. El tema de los cenadores en la calle, todo se puede hablar. No pueden ser ni estructuras fijas, ni de por vida, solo una ayuda temporal.

Me imagino una reunión como la del CEL de los 4 hosteleros con el Sr. Alcalde, pero con otro planteamiento: un hostelero y 4 clientes, yo uno de ellos. Saldrían temas interesantes sin duda: la falta de interés, las habilidades sociales. Fumadores en puertas de sus negocios tirando colillas al suelo. Baños desastrosos. Cartas aburridas. Sacos de chorizos de Casa Cristo del ‘cash’. El que le llaman pidiendo mesa para dos, contesta que son mesas de cuatro y no la reserva para menos. El que le dan todos los consejos del mundo y mantiene su testarudez, etc. ¿Y si se creara un sello de calidad turística, para los que aprueban en todos esos aspectos, y se premiara con lucir en la entrada de los negocios una chapa firmada por la citada ‘UTE’ de excelentísimos? No hablo de decorar mejor o peor, cada uno tiene su estilo, hablo de mínimos exigibles. Autoevalúense.

Los que venimos de otros sectores enfocaríamos el problema del estancamiento con términos como I+D+I, Benchmarking, Mejora Continua, Six Sigma, Black Belt, Kaizen… No bromeo. Todo el conocimiento es aplicable. De esa reunión del CEL, el mejor recuerdo para mí fue el ofrecimiento de Javi Camarote para asesorar a quien lo precise. Este señor sabe lo que hace. Sería un Chicote perfecto para la tele local.

Respecto a los hábitos del consumidor. Sería ideal crear más franjas horarias de consumo ocioso, pero lo veo complicado. Ahora que tenemos tanta formación sobre los términos contacto – contagio, tal vez sea el público el que se disperse tanto en horarios, como en distancias. La clave es salir, vivir y gastar. Quien pueda, que consuma por los que no pueden. Veremos qué sucede. Hemos aprendido epidemiología, no a escuchar.

Manuel Ibáñez es profesor técnico de FP
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