Helados para que tú lo veas

Los fotógrafos leoneses que partieron a Siberia para retratar un espacio natural con temperaturas extremas regresan de esta aventura totalmente satisfechos de una tierra "casi virgen" y en donde viven "en la Guerra Fría"

Sergio Jorge
11/03/2018
 Actualizado a 14/09/2019
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Fueron a un lugar muy poco conocido con la promesa de que se encontrarían unos paisajes espectaculares pero también con un frío casi inhumano. Y regresan con la convicción de que han cumplido las expectativas. "Es el viaje más auténtico que he hecho en mi vida", explica Néstor Rodán, uno de los cuatro fotógrafos que hace poco más de dos semanas pusieron rumbo a Siberia para iniciar una expedición que ya entonces lo llamaban aventura y que en su regreso a León se confirma su previsión. Los leoneses Néstor Rodán, José Devesa y Gabriel Santos, junto al palentino Juan García Lucas, viajaron el pasado día 22 de febrero al lago Baikal, una zona de Siberia cercana a la ciudad de Irkutsk, pero donde las temperaturas son tan extremas que los 34 grados bajo cero que algunos días se encontraron "no eran muy bajas, según la guía", explica Rodán. El objetivo que perseguían era poder fotografiar este lago, que a estas alturas del año está totalmente helado, por el que incluso se puede pasar con un vehículo sin miedo a caer a la helada y mortal agua. Una de las cuestiones más llamativas es el color de este lago, azul turquesa, que pudieron comprobar una vez que llegaron al lugar. Pero la aventura no solo ha sido fotográfica, en la que han trabajado durante dos semanas para alcanzar un resultado excelente bajo unas condiciones meteorológicas extremas, sino que también ha sido complicado en otras cuestiones. "Allí no entendían ni ‘hello’, están como en la Guerra Fría", resalta Rodán sobre una tierra que permanece "casi virgen", donde apenas hay turismo, sin bares ni restaurante, y donde la URSS parece aún pervivir en la forma y en el fondo. Y lo del frío, por más que 34 grados bajo cero sea lo más normal allí, es algo más que peligroso. "Un día me quité un guante y a los 30 segundos se me estaba congelando la mano", dice Rodán, que recuerda con humor cómo se le helaban incluso las pestañas. O cómo el viento siberaniano era un sufrimiento continuo. Incluso rememora sin preocupación cómo los días que estaban fotografiando sobre el lago Baikal "no había nadie alrededor", con el consiguiente peligro para todos ellos si algo les sucedía en un terreno tan peligroso en el que notaban "el agua bajo los pies". Y aún así, lo tiene claro: "En 2019 volveré otra vez".Expectación en Canon por un trabajo genialEl viaje de estos cuatro aventureros partió de la necesidad de explorar nuevos territorios, pero también con la garantía de que los cuatro son no solo profesionales de la fotografía, sino también de la montaña, puesto que las condiciones climatológicas y el terreno así lo exigen. Pero una vez que comenzaron los preparativos, lograron el apoyo de Canon,Sandisk y DJI, que les proporcionaron diferentes equipos fotográficos, tarjetas de memoria, drones y ropa de altas prestaciones para poder trabajar en condiciones extremas, en las que han podido probar cómo hacer fotografías cuando las temperaturas jamás son positivas. Ahora, una vez que han llegado a León, desde la multinacional japonesa ya están esperando para poder ver el resultado de dos semanas de contacto directo con el lago Baikal. Es, sin duda, una experiencia única.
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