Hágase usted ponferradino

29/07/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Para los bercianos al día de la política regional Tarsicio Carballo es una especie de Indiana Jones patrio. Por dos motivos, Idiana Jones iba en la búsqueda del santo grial, Tarsicio busca un santo grial que saque al Bierzo de ese agujero negro al que lo está empujando la todavía presente crisis económica, porque mejor no hablemos de la crisis política, en los periódicos de papel tenemos marcado un límite de palabras para no venderles uno de los tochos de Ken Follet en vez de un diario, así que eso es otro cuento. Y patrio porque si tuviéramos que buscar un equivalente a los partidos independentistas catalanes o vascos en el Ayuntamiento ponferradino, nos encontraríamos con el Partido Regionalista del Bierzo, el partido representado en el pleno por su único concejal, Tarsicio Carballo. Sí, exagerando un poco, solo un poco.

Siempre me ha hecho gracia que algunos, las malas lenguas, digan que Tarsicio consiguió su sillón en el Ayuntamiento porque en esas mismas elecciones aparecía un nuevo partido llamado Coalición por El Bierzo, y los ciudadanos, en el momento de votar, se confundieron de papeleta. Sea así o no, muchas de sus ideas, aunque la mayoría con un tinte esperpéntico, son de las pocas que resultan interesantes, por ejemplo, para el patrimonio de esta tierra. Aún recuerdo entre risas mis tiempos de estudiante, en los que desde las aulas escuchábamos a Tarsicio con un megáfono lanzando proclamas patriotas en la plaza del Ayuntamiento, e intentando convencer con folletos a los estudiantes en el recreo ¡Qué tiempos!

Me estoy yendo por las ramas. Pero es que este viernes el Ayuntamiento ponferradino, entre mociones al referéndum en Cataluña, ¡sí! han leído bien, tenemos que meter el hocico en temas que ni nos van, ni nos vienen, puro teatro. Ha decidido que Ponferrada debe atraer nuevos ciudadanos, 20.000 concretamente, que no son pocos. Y no es que falte ningún atractivo para quedarse a vivir aquí, pocos pueden estar escribiendo esta columna desde, literalmente, el campo, con los montes de Ferradillo a la espalda, yo sí. Es un privilegio.

Pero es eso, lo que decía antes, la crisis económica, que, aunque en el 2008 no se notaba tanto, cuando algunos pronosticaban que no nos iba a azotar, ahora se refleja en las cifras del último padrón. Desde 2010 la población berciana ha caído un 3,5%, la edad media ha ascendido a 46 años, la tasa de natalidad ha caído hasta un 2,8% y la tasa de mortalidad ha subido hasta colocarse en el 17%, la pesadilla de cualquier ciudad. En otras palabras, nacen pocas personas, mueren muchas más y, mientras, un buen puñado de bercianos emigran a otras grandes ciudades.

Podría darles una lista de los motivos por los que quedarse en El Bierzo, o por los que venir a vivir aquí, pero ya saben, soy presa del límite de letras, así que fíense de mi palabra, merece la pena.

@marcosyebra
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